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'Star Wars': Anthony Daniels habla del Episodio VII, las precuelas y su papel como C-3PO

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Anthony Daniels y C-3PO

“El secretismo ha ido más allá de lo absurdo.”

'Star Wars’ sigue dando que hablar. Tras el evento global del Force Friday con el que Lucasfilm y Disney presentaron la nueva línea de juguetes de la saga (con el pequeño BB-8 como estrella indiscutible), sale a la luz una jugosa entrevista de The Guardian a Anthony Daniels, famoso por dar vida al mítico C-3PO.

El actor británico de 69 años, que vuelve a interpretar al androide en ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ ('Star Wars: The Force Awakens'), ha hablado sobre el secretismo y el control que se ha ejercido en torno al Episodio VII, la diferencia entre trabajar con George Lucas y J.J. Abrams, las precuelas y por qué aceptó ser C-3PO:

Sobre el control ejercido por Disney

C-3PO en Star Wars 7

“Por dios santo, es una película. Cuando me dieron el guion, estaba escrito en negro en un papel del rojo más oscuro para que no pudieras fotocopiarlo. Tuve resaca de tan solo leerlo.”

“Dije que conocería a ‘fulano’. Un actor que interpreta a… una cosa en la película. Un personaje. Inmediatamente recibí un mensaje de Disney: ‘¡Borra ese tweet! ¡No tienes permitido decir eso!’ Sinceramente, es una actitud como del Kremlin. Mira, sé perfectamente bien que no he de contarte ahora lo que te voy a regalar en Navidad porque arruinaría la sorpresa. Y estas películas consisten en abrir la caja el día de Navidad.”

La diferencia entre George Lucas y J.J. Abrams

Anthony Daniels y J.J. Abrams

“Lucas ha cambiado mucho a lo largo de los años, y creo que le cuesta un poco colaborar. Toma decisiones que pienso que es mejor discutir con otras personas. J.J. es más colaborador, le gusta escuchar."

Sobre los guiones

"El guion era muy bueno en lo que a C-3PO se refería, pero no tenía ni idea de lo que pasaba en el resto. Sigo sin tenerla. Cuando J.J. me contó la historia de la nueva, mis ojos se pusieron como llorosos."

Sobre las precuelas

Anthony Daniels y George Lucas

"Los efectos son ingeniosos pero inútiles. La habilidad está ahí, pero ¿y qué? Frialdad, esa es la palabra. Vacío, incluso."

Cómo llegó a ser C-3PO

"Era muy negativo sobre Star Wars. ¿Por qué querría involucrarme en esa basura? Entonces vi una ilustración y el droide tenía una especie de deprimente, triste vacío. Sentí que me estaba pidiendo que fuera y le ayudara - que fuera su compañero. [...] Cuando pregunté a George Lucas qué era lo mejor de interpretar a C-3PO, respondió: Aceptar alabanzas en su lugar. Ser su amigo más cercano."

"Mira mis frases, mi favorita es: '¡Estamos condenados!' Se pasa todo el tiempo pensando que está en peligro. Ha tenido suficiente. Han abusado de él. Está traumatizado."

Anthony Daniels

[Daniels no iba a poner voz al personaje. Cuando voló a Los Angeles para doblarlo descubrió que Lucas había estado probando a otros actores y no se lo había dicho...]

"Estaba bajo mucha presión. Todo estaba saliendo mal. El tiempo, los droides se rompían, nadie había hecho algo como esto antes... [...] Alec Guinness me aseguró que las películas normalmente no son así. Su profesionalidad fue una inspiración para seguir en este trabajo del que me estaba arrepintiendo."

Podéis leer la entrevista completa en The Guardian.


La simetría en 'Star Wars'

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Comparativa de las escenas finales de Star Wars I y IV

"Ves el eco de hacia dónde va a ir todo. Es como poesía, las películas riman." (George Lucas)

'La guerra de las galaxias' despierta una fascinación extraordinaria. Hay franquicias u obras de culto con legiones de seguidores pero el caso de la saga creada por George Lucas es realmente especial. La puesta en marcha de la nueva trilogía que arranca con 'El despertar de la fuerza' está llevando a revisitar las dos anteriores; en este artículo os traigo un vídeo con un interesante enfoque que puede reconciliarnos con las precuelas...

Inspirado por la frase que os he traducido arriba, Pablo Fernández Eyre realiza un montaje que compara escenas de las seis películas de 'Star Wars', descubriéndonos que existe una simetría entre ellas (esta misma idea dio pie a la "Teoría del Anillo"). Cabe entenderlo de dos maneras: Lucas se esforzó por conectar las historias de los seis episodios... o quizá sólo sea una muestra de su falta de ideas. Es un vídeo muy corto, vedlo y dejad vuestra opinión:

PD: El tema musical es 'Experience' de Ludovico Einaudi.

En BlogdeCine | Star Wars: todos los retoques con los que George Lucas ha "mejorado" la trilogía original

Mark Hamill siempre quiso que Luke Skywalker se pasara al Lado Oscuro

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Kylo Ren en el nuevo tráiler de Star Wars VII

El manto de secretismo con el que J.J. Abrams ha intentado cubrir 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens') ha chocado con la necesidad de muchos fans por saberlo TODO antes del estreno, provocando la aparición en Internet de numerosas especulaciones que intentan destripar la historia a partir de cualquier detalle, imagen o rumor. ¿Soy el único que encuentra esto un poco absurdo?

La última "teoría" surge a raíz de la llamativa ausencia de Mark Hamill en el material promocional del Episodio VII. Luke Skywalker no aparece en las fotografías oficiales, en los carteles ni en los trailers, y hay fans que creen saber por qué: se ha pasado al Lado Oscuro. Algunos señalan que la clave está en el tráiler final, cuando Kylo Ren se dirige al destrozado casco de Darth Vader y dice: "Acabaré lo que empezaste". No tiene demasiado sentido pero ojo al vídeo que os dejo a continuación:

Lo que tenéis arriba es una entrega del programa 'Dinner for Five' de 2005 con Kevin Smith, Jason Lee, Stan Lee, Mark Hamill y J.J. Abrams, reunidos como un grupo de amigos para hablar sobre lo que surgiera. Avanzad al minuto 11:50 y encontraréis una jugosa declaración de Hamill: intentó convencer a George Lucas para que Luke siguiera los pasos de su padre y acabara abrazando el Lado Oscuro en 'El retorno del jedi' ('Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi', 1983).

Y Abrams está ahí, atento a esas palabras. ¿Puede ser que tomara nota y cumpliera el deseo del actor en 'Star Wars VII'? Claro, puede ser, pero lo que está claro es que Kylo Ren no es Luke Skywalker. No lo es porque ha quedado bastante claro que Adam Driver interpreta a Kylo Ren; sólo tenéis que escuchar la voz en esa comentada escena del tráiler, echar un vistazo a las imágenes donde se ve al personaje sin la máscara o leer las declaraciones de Abrams (aunque cabe recordar que el director ya mintió sobre el papel de Benedict Cumberbatch en la segunda entrega de 'Star Trek'). Por otro lado, ¿dónde está Luke?

¿Luke Skywalker en Star Wars 7?

Ahí le tenemos, probablemente, en un fotograma que ha aparecido en los dos últimos trailers. Y recordemos que en el segundo se oye una voz en off que sólo puede ser la de Hamill diciendo: "La Fuerza es intensa en mi familia. Mi padre la tiene. Yo la tengo. Mi hermana la tiene. Tú tienes ese poder también". No encaja con un villano pero... supongo que es posible, y desde luego sería una sorpresa muy interesante que Luke siguiera los pasos de Anakin. Lo descubriremos en un par de meses, a partir del 18 de diciembre.

La trilogía original de 'Star Wars', más épica que nunca en este tráiler inspirado en 'El Despertar de la Fuerza'

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Mark Hamill en Star Wars

Fans de 'Star Wars', tenéis que ver esto. Internet devora con rapidez los temas de actualidad (ojo al #FreeBacon) y engendra multitud de parodias y montajes, hasta la saturación. Algo inevitable tratándose de la popular franquicia creada por George Lucas, que ahora en manos de Disney va a ser aún más explotada: ¡venden los juguetes meses antes del estreno!

Desde que salió el impresionante tráiler final de 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens') han surgido varios "mashups", como uno que inserta al odiado Jar Jar Binks, pero el vídeo que os traigo está realmente logrado y merece la pena. Respeta la música y el estilo del último tráiler de la película de J.J. Abrams pero usa escenas de la trilogía original (excepto un plano del Episodio VII, al minuto y doce segundos).

Sin más, DISFRUTADLO:

En este otro vídeo han dejado sólo la música de John Williams tal como suena en el tráiler, para escuchar una y otra vez:

En BlogdeCine | Mark Hamill siempre quiso que Luke Skywalker se pasara al Lado Oscuro

J.J. Abrams muestra un hilarante vídeo con pruebas de casting para 'Star Wars VII'

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Emma Stone y Jon Hamm en las pruebas de casting

"Su carencia de Coke Zero resulta molesta."

Queda menos de un mes para el estreno de 'Star Wars: El despertar de la fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens') y el bombardeo de imágenes o merchandising empieza a ser agobiante; ahora es J.J. Abrams quien ha mostrado un vídeo inédito con pruebas de casting para el Episodio VII donde se cuela el mismísimo George Lucas...

El equipo del Saturday Night Live está detrás de este logrado sketch con momentazos hilarantes. Varios de los cómicos del veterano show neoyorquino participan en la broma junto a estrellas invitadas como Emma Stone, Jon Hamm y los dos jóvenes protagonistas de 'Star Wars VII': John Boyega y Daisy Ridley. Sin más, disfrutadlo:

PD: Si encontráis el vídeo con subtítulos en castellano, avisadme y lo pongo en lugar de éste.

Spielberg, Zemeckis y Howard rechazaron 'Star Wars' (y George Lucas revela su personaje favorito)

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George Lucas y Christopher Lee en el set de Star Wars

Solo faltan 18 días para que ‘Star Wars’ regrese a los cines y no cesan las noticias sobre la saga. Ron Howard se encuentra en plena promoción de 'En el corazón del mar' (‘In The Heart Of The Sea’) y concedió una entrevista al podcast HappySadConfused donde habló sobre la franquicia creada por George Lucas. Howard desveló que Lucas le propuso dirigir las precuelas de 'Star Wars' después de que Steven Spielberg y Robert Zemeckis rechazaran la oferta:

“Lo hizo. No quería dirigirlas él y me dijo que había hablado con Zemeckis y Spielberg. Fui la tercera opción. Y todos le dijimos lo mismo, ‘George, ¡deberías hacerlo tú!’”

Jar Jar Binks

Howard justificó su decisión afirmando que ‘Willow’ fue su película menos personal debido a la imposición de la visión de George Lucas, y no se sentía capaz de continuar 'Star Wars': "Creo que nadie quería seguirla en ese momento, sería un honor pero demasiado abrumador". El realizador también mencionó haber rechazado películas de superhéroes:

“Siento que no deberías hacer una película como una especie de ejercicio intelectual. Nunca fui de cómics. Me gustan esas películas cuando las veo, especialmente los orígenes de las historias. Pero nunca sentí que pudiera estar en un set a las 3 de la mañana, cansado, con diez decisiones importantes que tomar y saber intuitivamente, a un nivel visceral, cuáles son las necesidades de la historia. Es un tono un poco diferente… En mi caso, estaría imitando, no inventando. Así que nunca dije que sí a una.”

George Lucas vs. Fans de Star Wars

Por otro lado, George Lucas ha hablado con varios medios sobre su saga ahora que Lucasfilm y Disney la están continuando sin su participación. Ha dicho que Jar Jar Binks es su personaje favorito (¿una burla a los fans?) y ha explicado por qué decididó dejar 'Star Wars' en manos de J.J. Abrams:

"Vas a hacer una película y todo lo que obtienes son críticas y gente intentando tomar decisiones sobre lo que vas a hacer antes de que lo hagas. No es divertido y no puedes experimentar. No puedes hacer nada. Tienes que hacerlo de cierta manera. No me gusta."

También se ha referido a uno de los cambios más criticados que realizó en la primera trilogía de 'Star Wars': la escena de Han Solo matando a Greedo. Como sabréis, originalmente era Han el único que abría fuego pero Lucas lo modificó para que fuera una respuesta a un primer disparo de su oponente. El cineasta lo aclara así:

"Han Solo se va a casar con Leia, y miras atrás y te preguntas: ¿Debería ser un frío asesino? Porque yo pensaba en la mitología, si debería ser un cowboy, alguien como John Wayne. Y me dije: Sí, debería ser John Wayne. Y cuando eres así no disparas primero, dejas que sean los otros quienes lo hagan. Es una realidad mitológica a la que esperamos que nuestra sociedad preste atención."

Por último, asegura que evita Internet desde el año 2000: "No uso Facebook ni Twitter, ni siquiera leo e-mails".

PD: Recientemente se intentó poner a Abrams en un aprieto preguntándole si cree que Han Solo disparó primero. Su respuesta: "Hell, yes!".

Vía | Indiewire, Variety y EW

George Lucas ya ha visto 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' y esto es lo que opina

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George Lucas

Desde que J.J. Abrams tomara el mando de 'Star Wars VII', George Lucas ha querido distanciarse lo más posible de la saga que inició en 1977. Ni siquiera quiso ver un tráiler. Lo comparó con una ruptura sentimental y afirmó que lo mejor que puedes hacer en un caso así es alejarte: "adiós, ya es historia, sigo adelante". Pero tarde o temprano tenía que reencontrarse con su ex. Y ha ocurrido, ya ha visto la primera película de 'Star Wars' donde no ha participado.

Los fans han estado esperando con impaciencia su reacción, tanto por curiosidad como por el morbo de saber si la comparará con las otras, si asomarán en sus declaraciones algún rastro de envidia o arrepentimiento. Bueno, George Lucas parece consciente de la expectación en torno a su opinión cuando le preguntan qué piensa de 'Star Wars: El despertar de la fuerza' y sólo suelta esto: "Creo que a los fans les va a encantar. Es básicamente la clase de película que han estado buscando".

Kathleen Kennedy, presidenta de Lucasfilm, aseguró por su parte que a Lucas la había "gustado mucho" el film pero él no dice eso, no elogia nada; está siendo correcto, no va a ser sincero (al menos hasta dentro de unos años), sin embargo, no es la opinión de alguien que ha disfrutado el visionado y la elección de sus palabras resulta curiosa. Se refiere a los fans, que en su mayoría le odian por las precuelas, los retoques en la trilogía original, el exceso de CGI, los ewoks o Jar Jar Binks (su personaje favorito).

Las palabras de George Lucas enlazan con unas declaraciones recientes donde aseguraba que Disney y Lucasfilm rechazaron sus ideas para los Episodios VII, VIII y IX con la excusa de que querían "hacer algo para los fans". Y a eso añadió: "La gente no comprende que Star Wars es realmente una 'soap opera' y gira en torno a problemas familiares; no va de naves espaciales". Supongo que Abrams tiene otra opinión, más cercana a los fans. Sólo faltan DIEZ DÍAS para el estreno, pronto podremos descubrir qué ha ocurrido con Luke Skywalker y compañía...

Vía | Vulture

'Star Wars: El despertar de la fuerza', la película

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Póster banner de Star Wars VII: El Despertar de la Fuerza

"La Fuerza te está llamando. Déjala entrar."

Sólo queda una semana para que estalle la nueva Guerra de las Galaxias. El próximo 18 de diciembre (aunque el día 17 ya hay preestrenos a medianoche) llega a los cines el estreno más esperado del año, 'Star Wars: El despertar de la fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens'), el Episodio VII que continúa la historia de la saga tres décadas después de los acontecimientos de 'El retorno del jedi' ('Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi', 1983).

'Star Wars VII' no es sólo el regreso de la franquicia tras la compra de Lucasfilm por parte de Disney, es también el inicio de una nueva etapa sin el creador de estos personajes, George Lucas (quien ya ha realizado un breve comentario sobre el nuevo film). 'Star Wars' se pone ahora en manos de otros cineastas, siendo J.J. Abrams el encargado de liderarlos. Su respeto por la trilogía original y su sentido del espectáculo alimentan las esperanzas de una legión de fans que no olvidan la decepción de las precuelas...

La sinopsis de 'Star Wars: El despertar de la fuerza'

Kylo Ren ante Darth Vader

Treinta años después de la victoria de la Alianza Rebelde en la Batalla de Endor, la galaxia sigue en guerra. Una Nueva República se ha alzado, pero la Primera Orden ha brotado de las cenizas del Imperio Galáctico. Muchos de los héroes de antaño, Leia Organa, Han Solo, Chewbacca, R2-D2 y C-3PO están aún activos y luchando en la Resistencia contra este grupo...

A esta lucha se unen nuevos héroes, el piloto Poe Dameron, un Stormtrooper arrepentido llamado Finn, una exploradora del desierto llamada Rey y un droide rodante, BB-8. También aparecen nuevos villanos: la mayor amenaza es Kylo Ren, un misterioso guerrero del Lado Oscuro que empuña un sable láser de inusual diseño...

Adiós a George Lucas: J.J. Abrams al mando

J.J. Abrams con BB-8

J.J. Abrams rechazó en un primer momento la oferta de dirigir el Episodio VII porque confiesa que estaba cansado de realizar secuelas y quería disfrutar esta nueva película como un fan más, en la sala de cine. Sin embargo, aceptó reunirse con la jefa de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, quien le vendió el proyecto con una sola pregunta: "¿Quién es Luke Skywalker?". Abrams se emocionó con las posibilidades y cambió de idea.

Su llegada no fue incondicional, necesitaba sentirse al mando. Lucasfilm y Disney habían puesto a trabajar a Michael Arndt en un guion basado en ideas firmadas por el mismísimo George Lucas, pero Abrams pidió el fichaje de un nuevo guionista: Lawrence Kasdan, coautor de los libretos de 'El imperio contraataca' ('Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back', 1980), la entrega mejor valorada de la saga, y su continuación, 'El retorno del jedi'.

J.J. Abrams y Lawrence Kasdan en el set de Star Wars 7

Kasdan y Abrams trabajaron en un nuevo guion aunque el nombre de Arndt se mantiene en los créditos, quizá porque reciclaron parte de su labor o simplemente por respeto. Lucas parece dolido cuando cuenta que rechazaron sus ideas y que le dijeron que tomarían una nueva dirección para satisfacer a los fans. Según él, nadie entiende de qué va realmente la saga: "una soap opera centrada en problemas familiares, no sobre naves espaciales".

El desencuentro (cortés) entre las visiones de J.J. Abrams y George Lucas ha quedado en evidencia con otros detalles: el primero quiso mostrar huesos de Jar Jar Binks en el desierto mientras que el segundo lo considera su personaje favorito; por otro lado, Lucas sigue insistiendo en que Han Solo no debía disparar primero cuando Greedo le amenaza de muerte en 'La Guerra de las Galaxias' ('Star Wars', 1977) mientras que Abrams se ha mostrado en contra de retocar la escena.

George Lucas, Kathleen Kennedy y J.J. Abrams

Bien, Abrams es un fan de la saga como cualquiera de nosotros, rechaza los Ewoks, Jar Jar Binks, los midiclorianos, el exceso de CGI y todo lo que odiamos de las precuelas pero: ¿es el director adecuado para 'Star Wars VII'? A pesar de su estela de cineasta consagrado, sólo ha filmado cuatro largometrajes, incluyendo dos secuelas y un reboot: 'Mission: Impossible III' (2006), 'Star Trek' (2009), 'Super 8' (2011) y 'Star Trek: En la oscuridad' ('Star Trek Into Darkness', 2013).

Creo que acertaron con su fichaje. Sus películas son divertidas y espectaculares, con un toque nostálgico, y los avances de 'El despertar de la fuerza' (sobre todo el emocionante "making of") parecen indicar que ha sabido recuperar el espíritu de la trilogía original. No deberíamos pedir más. Sentarse en la butaca esperando la mejor película del año, con las expectativas por las nubes, sólo puede amargar el visionado. Esto es cine palomitero, ni más ni menos.

El reparto: viejos conocidos y nuevos rostros

Abrams y Kasdan en la primera lectura del guion con el reparto

Tras meses de incesantes rumores, algunos de los cuales dieron en la diana (otros como el de Benedict Cumberbatch no se hicieron realidad), Lucasfilm anunció de una vez al elenco principal de 'Star Wars VII': John Boyega, Daisy Ridley, Adam Driver, Oscar Isaac, Domhnall Gleeson, Andy Serkis, Max von Sydow, Harrison Ford, Carrie Fisher, Mark Hamill, Anthony Daniels, Peter Mayhew y Kenny Baker.

A los esperados regresos de los veteranos (con ausencias justificadas como David Prowse, el actor debajo de la máscara de Darth Vader) se sumaron nueve destacadas novedades: Boyega protagonizó 'Attack the Block', Ridley no había hecho nada reseñable, Driver se dio a conocer en la serie 'Girls', Isaac brillaba en 'A propósito de Llewyn Davis' ('Inside Llewyn Davis'), de Gleeson hay que ver 'Una cuestión de tiempo' ('About Time'), Serkis es famoso por dar vida a Gollum en las adaptaciones de J.R.R. Tolkien y Von Sydow es una leyenda viva del cine.

[[gallery: los-protagonistas-de-star-wars-el-despertar-de-la-fuerza]]

Pero el reparto no estaba completo. Más tarde se añadieron nombres como los de Lupita Nyong’o, ganadora de un merecido Oscar por '12 años de esclavitud' ('12 Years of Slave'), y Gwendoline Christie, conocida por su papel en la serie 'Juego de Tronos' ('Game of Thrones'). Curiosamente, no veremos sus caras en 'El despertar de la fuerza': la primera interpreta a una criatura generada por ordenador (igual que Serkis) y la segunda encarna al Capitán Phasma (un guiño cinéfilo a 'Phantasm'), un asesino enmascarado. También hay un cameo de Billie Lourd, hija de Fisher, que aparece con el mismo peinado que hizo famosa a su madre.

John Williams, el As bajo la manga

Y es que si la puesta en escena de J.J. Abrams no funciona, el guion es demasiado previsible (a simple vista parece un remake encubierto de la primera entrega) o el casting no ha sido acertado... siempre podemos deleitarnos con la música de John Williams. El veterano compositor vuelve también al Episodio VII para dotar de emoción a las imágenes. Con suerte, nos dejará otro tema para el recuerdo, pero si se ha limitado a jugar con los que ya conocemos lo vamos a disfrutar igualmente, ¿no es cierto?

Todos los vídeos de 'Star Wars: El despertar de la fuerza'

  • Trailers en versión original con subtítulos en español:

  • Tráiler japonés:

  • Trailers en castellano:

  • Así se hizo:

  • Otros vídeos y campañas promocionales:

  • Entrevistas y eventos con el director, el reparto y otros miembros del equipo:

Todos los carteles de la película

[[gallery: star-wars-el-despertar-de-la-fuerza-todos-los-carteles-del-episodio-vii]]

Y después del Episodio VII...

Los protagonistas de Rogue One

Además de más episodios habrá spin-offs. Gareth Edwards ('Godzilla') fue elegido para dirigir el primero: 'Rogue One: A Star Wars Story'. Es una aventura situada entre los Episodios III y IV que aclara cómo se produjo el robo de los planos de la primera Estrella de la Muerte, un preciado botín que acababa en manos de la princesa Leia y luego en R2-D2 ante la amenaza de Darth Vader. Felicity Jones, Diego Luna, Donnie Yen, Forest Whitaker, Ben Mendelsohn y Mads Mikkelsen protagonizan este título que llegará a los cines en diciembre de 2016.

En mayo de 2017 se estrenará el Episodio VIII que prepara Rian Johnson ('Looper'). Un año después llegará el spin-off sobre Han Solo que tienen entre manos Phil Lord y Christopher Miller, y en 2019 el Episodio IX bajo la dirección de Colin Trevorrow ('Jurassic World'). Hay otro spin-off en marcha sobre Boba Fett que iba a dirigir Josh Trank pero tras su marcha quedó en pausa, a la espera de que otro cineasta lo reactive (Abrams ha mencionado a Ava DuVernay). Y así terminaría este relanzamiento, dejando vía libre al regreso de otro icono de Lucasfilm: Indiana Jones.

Repasa 'Star Wars' en Blogdecine

Las dos trilogías de Star Wars de George Lucas

A partir de mañana, mi compañero Sergio Benítez iniciará un concienzudo repaso a las seis primeras películas de la saga galáctica, comenzando por 'Star Wars: Episodio I - La amenaza fantasma' ('Star Wars: Episode I - The Phantom Menace', 1999) y siguiendo la línea cronológica planteada por George Lucas. Que la fuerza nos acompañe.


Star Wars | 'La amenaza fantasma', ¿para qué?

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Amenaza Fantasma Poster

La República Galáctica está sumida en el caos. Los impuestos de las rutas comerciales a los sistemas estelares exteriores están en disputa. Esperando resolver el asunto con un bloqueo de poderosas naves de guerra, la codiciosa Federación de Comercio ha detenido todos los envíos al pequeño planeta de Naboo. Mientras el Congreso de la República debate interminablemente esta alarmante cadena de acontecimientos, el Canciller Supremo ha enviado en secreto a dos Caballeros Jedi, guardianes de la paz y la justicia en la galaxia, para resolver el conflicto....

La cuenta atrás ha empezado —de hecho, empezó en cuanto Disney anunció el comienzo del rodaje de la cinta. En el mejor de los casos, sólo queda una semana y pocas horas para que los fanáticos del universo creado por George Lucas en 1977 volvamos a acudir en masa a los cines de todo el mundo para dar cuenta de 'Star Wars. Episodio VII: El despertar de la fuerza' ('Star Wars. Episode VII: The Force Awakens', J.J. Abrams, 2015), el nuevo arranque que servirá para que la todopoderosa productora nos acerque, una vez al año, a esa galaxia, muy, muy lejana.

Y, claro está, en Blogdecine no podíamos dejar pasar la oportunidad que nos ofrece el estreno más esperado del año —¡¡¡de la década!!!— para mirar hacia atrás y revisar, una a una, las seis producciones que bajo el característico emblema de la 20th Century Fox comenzaron a hacernos soñar hace ya casi cuarenta años cuando el X-Wing de Luke Skywalker logró reventar por primera vez la Estrella de la Muerte del Imperio. Cuatro décadas en las que el redactor que os habla ha visto la trilogía original incontables veces y que hubieran sido mucho más largas si al señor Lucas no se le hubiera ocurrido la "genial" idea de ofrecernos tres películas con las que indagar en el pasado de uno de los villanos por antonomasia del séptimo arte, el legendario Darth Vader.

Adiós a la magia

Amenaza Fantasma 1

Pero antes de que el estreno de 'Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma' ('Star Wars. Episode I: The Phantom Menace', George Lucas, 1999) llegara a los cines hace dieciséis años, a los fans galácticos se nos cumplía un sueño largamente acariciado, el poder asistir de nuevo a la proyección en pantalla de cine de la trilogía que George Lucas había ideado veinte años antes: precisamente con motivo de la celebración del vigésimo aniversario del estreno de 'La guerra de las galaxias' ('Star Wars. Episode IV: A New Hope', George Lucas, 1977), desembarcaban en los cines, arropadas del clamor popular, las "nuevas ediciones" de la terna de películas que habían marcado parte de nuestra infancia.

Y aunque el fanatismo mal entendido y el anuncio de que dos años más tarde asistiríamos al estreno de una nueva entrega de la saga no dejaban sitio a disquisiciones más cabales, lo cierto es que, vistas hoy, las adiciones y cambios que sufrían los metrajes originales en estas versiones "mejoradas" remozadas de los episodios IV, V y VI ya dejaban entrever aquello a lo que dos años más tarde comenzaríamos a asistir: el proceso de demolición sistemática de todo aquello que había hecho grande a Star Wars durante los catorce años que habían transcurrido desde el estreno de 'El retorno del Jedi' ('Star Wars. Episode VI: Return of the Jedi', Richard Marquand, 1983).

Pero, como digo, era tal la emoción que nos embargaba, que no nos podíamos plantear que esos nuevos planos digitales, esos polémicos remontajes de antológicos disparos y la recuperación de escenas que se descartaron en la sala de montaje lustros atrás, fueran el campo de experimentación que serviría de antesala a la desnaturalización que nos encontraríamos después en una nueva trilogía que, ante todo, y por mucho que éste redactor no lo quisiera ver así durante las seis veces que acudió al cine a dar cuenta de 'La amenaza fantasma', carece de forma alarmante de un muy alto porcentaje de la MAGIA que si tenían sus predecesoras.

El "asunto Jar Jar"

Amenaza Fantasma 4

Mucho, y de formas muy hilarantes y cínicas, se ha hablado desde 1999 de Jar Jar Binks, ese personaje estúpido que habla de forma poco inteligible y que, creado de forma completamente digital —utilizando captura de movimiento—, es probablemente el exponente más alarmante del proceso de absurda infantilización al que George Lucas somete este arranque de la nueva trilogía galáctica. Un proceso que continuará abundando —como veremos mañana— en la segunda parte y que unido a otros muchos factores, es directo responsable de obliterar las impresionantes cualidades que la trilogía original había sabido ofrecer veinte años antes.

Tan inútil es la adición de Jar Jar, que la eliminación del personaje no habría afectado en nada al producto final. Es más, se antoja más que probable que sin el gungan, el severo lastre que de ritmo que arrastra la cinta durante toda su duración habría remitido en parte por lo muy exasperante que son todas y cada una de las intervenciones del extraterrestre. Aunque, siendo honestos, y después de la revisión que le hice hace unos días, muchos más son los cambios que el guión del filme necesitaría para poder salvar con honra dos horas y veinte de interminables idas y venidas.

Los constantes cambios de escenario, que se suceden "como si no hubiera un mañana", son sin duda otro de los principales problemas que arrastra 'La amenaza fantasma': herederos en cierto modo de las maneras narrativas que caracterizaban a la trilogía original, la compulsión por epatar al espectador con cuantas más "localizaciones", mejor, consigue hacer enrevesada madeja de un hilo conductor muy simple que ya el "opening crawl" inicial pretende arropar de una equivocada fachada de complejidad con todo el trasunto de la Federación de Comercio, el bloqueo y demás patochadas.

El problema del clímax cuádruple

Amenaza Fantasma 5

Todo lo que vemos a lo largo del metraje en términos narrativos —aún no me he metido con interpretaciones o diálogos— es de una endeblez extrema que, no obstante, queda superada por la (muy) equivocada construcción del tercer acto, donde se nos ofrecen hasta cuatro acciones simultáneas que hacen añorar. y de qué forma, la espectacular triple aproximación que se hacía en el clímax de 'El retorno del jedi' tanto a la batalla sobre la superficie de Endor como hacia aquello que veíamos dentro y fuera de la segunda Estrella de la Muerte.

Apostando por el más difícil todavía, un George Lucas que se ve superado por las circunstancias yerra el tiro con el amplio desinterés que generan tres de las cuatro localizaciones en las que transcurre el último tramo de metraje de 'La amenaza fantasma', la que sigue al ejército Gungan mientras lidia con las fuerzas androides de la Federación de Comercio, aquella que nos muestra a la reina Amidala y un pequeño comando mientras incursiona en el palacio de Naboo para tratar de pararle los pies al Virrey de la Federación y la que nos lleva al espacio exterior en el caza pilotado por Anakin Skywalker, el que será el futuro Darth Vader.

Constantemente interrumpidos por el atropellado montaje de que hace gala este acto de la cinta, la parquedad de épica con la que discurren dichos segmentos contrasta —y de qué manera— con lo que a la postre es lo mejor de toda esta primera precuela de 'La guerra de las galaxias': el enfrentamiento a tres sables láser entre Qui-Gon, Obi-Wan y ese villano hiper-desaprovechado que es Darth Maul. Con sendos duelos entre Luke y Darth Vader como único referente de lo que los combates jedi podían llegar a dar de sí, ver a Liam Neeson, Ewan McGregor y Ray Park cruzando choques de luz, patadas y movimientos imposibles fue, ante todo, un auténtico "nerdgasmo".

Duelo de destinos

Amenaza Fantasma 6

Y en que así fuera tuvo mucho, pero mucho que ver, el asombroso y espectacular tema compuesto a la sazón por John Williams. El maestro, cuyas últimas partituras habían ido alejándose progresivamente del sinfonismo desatado y romántico que el mismo había rescatado en su momento para Hollywood con el score de 'La guerra de las galaxias', afrontaba aquí un reencuentro que, para muchos —entre los que me incluyo—, era aún más esperado que la propia producción en sí. No en vano, toda una generación de cinéfilos y amantes de las bandas sonoras habíamos llegado a este mundillo de la mano de una de las fanfarrias más reconocibles de la historia del cine y poder volver a asomarnos a lo que Williams tuviera que añadir a tan rico universo musical era una oportunidad única.

Compleja y extensísima, la banda sonora de 'La amenaza fantasma' es por momentos tan agotadora como el filme que acompaña. Subrayando Williams cada momento de duración de la cinta, el abuso de leitmotifs parece venir a afirmar de forma inconsciente que sus intereses compositivos tiempo ha dejaron de moverse por los derroteros que Lucas le exige. Y eso es algo que, más que el visionado de la película, queda expuesto en la "Ultimate Edition" de dos discos y dos horas y cuatro de duración que Sony editaba un año después del estreno de la cinta. Habéis leído bien, sólo veinticuatro minutos de 'La amenaza fantasma' no cuentan con acompañamiento musical.

El exceso que ello supone ayuda a que las sensaciones que transmite la cinta no sean todo lo que uno esperaba de ella, sobre todo de cara a ese tramo final del que antes hablábamos que, en lo musical, queda igualmente caracterizado por constantes roturas cuando la acción salta de una a otra localización. En lo positivo, no obstante, habría que señalar tanto la reutilización de temas más que consolidados de la saga —el de la fuerza, por supuesto, cobra espectacular protagonismo puntual— como el acierto que suponen la adición del motivo asociado a Anakin, con claras reminiscencias de la marcha imperial, el que acompaña a las fuerzas de la Federación y, obviamente, el 'Duel of fates'.

Descuartizado de forma inmisericorde por el montaje, el espectacular tema coral que acompaña al enfrentamiento entre Qui-Gon, Obi-Wan y Darth Maul está a la altura de lo mejor que Star Wars ha dado de sí a lo largo de sus seis filmes en lo que a música se refiere, claro está, y la potencia que destilan las voces cantando en sánscrito unida a los ostinatos de las cuerdas y el acompañamiento de los metales, hace de este duelo de destinos uno de los mayores hallazgos de la nueva trilogía, sin hacer distinción a la cualidad de dichos hallazgos. En otras palabras, que a la hora de apuntar a lo mejor que los nuevos filmes ofrecen, este tema se gana a pulso un lugar destacado.

'La amenaza fantasma', sin rumbo ni director

Amenaza Fantasma 2

Lamentablemente, no atesoran dicha posición tres factores fundamentales que habrían hecho del regreso de Star Wars lo que todos esperábamos: dirección, guión y actores. Y como por algún sitio hay que empezar, comencemos por éstos últimos. Si bien aquí las decisiones de reparto aun no caen en lo decididamente erróneo que veremos en el segundo filme, llama la atención —y no precisamente para bien— el desangelado talante del que hacen gala casi la totalidad de los intérpretes, reflejo fiel por otra parte de la desgana y el modo piloto automático con el que Lucas caracteriza tanto a este primer episodio como a la mayor parte de lo que ofrece la nueva trilogía.

Así, destacando sólo el carisma y la nobleza que Liam Neeson aporta a su Qui-Gon y, en menor medida, la frescura de Ewan McGregor como Obi-Wan —que, no osbtante, hace que añoremos, y mucho, al enorme Alec Guinness—, ni la impostura de Jake Lloyd en la piel de Anakin, ni la belleza de Natalie Portman, ni un poco creíble Samuel L.Jackson ni el regreso de Ian McDiarmid consiguen despertar el interés de un espectador anestesiado por mano de las muy forzadas y desnaturalizdas decisiones que George Lucas va tomando, ya desde el libreto, ya desde la puesta en escena del mismo.

Amenaza Fantasma 7

Tras haber tenido la oportunidad de haber contado con Lawrence Kasdan o Frank Darabont como auxilio en la redacción del guión de 'La amenaza fantasma', que Lucas decidiera "liarse la manta a la cabeza" y redactar el solito en la soledad de su rancho los guiones de la nueva trilogía es, probablemente, lo que más hemos de lamentar los millones de fans de la saga: plagados de incongruencias para con la trilogía original —todos sabemos cuáles son, no hace falta volver a nombrarlas—, de insertos en forma de microorganismos que asesinan la magia de la fuerza y con diálogos que harían enrojecer a un niño de párvulos, es imposible saber qué diantres le pasó al director por la cabeza para escribir semejante hatajo de chorradas.

Y cuidado que, con todo —y hay que tenerlos muy bien puestos para aguantar algunas sentencias ("tu enfoque determina tu realidad") sin perder la compostura—, no se llega todavía aquí al nivel de ridiculez en grado sumo al que se reducirá un altísimo porcentaje de lo que veremos en la segunda parte de esta nueva trilogía. Eso sí, que no se confunda la afirmación anterior como una defensa de algo indefendible ya que, a mi entender, el guión de 'La amenaza fantasma' es la prueba más palpable de que el interés de Lucas por regresar a esta galaxia sólo residía en el vil metal y en la contrastada posibilidad de que las nuevas producciones fueran a destrozar la taquilla.

Amenaza Fantasma 8

Mas poco importan cifras millonarias cuando, como decía antes, 'La amenaza fantasma' pone de relieve, y lo hace de formas que asustan, la alarmante carencia de magia de que se reviste la nueva trilogía: sus personajes no interesan y carecen del carisma que tuviera la terna protagonista de antaño; no hay emoción ni suspense en su devenir por cuanto se sabe cómo va a terminar todo —vamos, que la primera vez que aparece Lord Sidious, que el tema musical sea el original asociado al emperador es de una elocuencia extrema— y la sarta de estupideces que jalonan el metraje no compensa, de ninguna manera, lo atropellado y fragmentado de la narrativa.

No es 'La amenaza fantasma', en definitiva —y visto en retrospectiva, que ya apunté al comienzo la errónea lectura de la cinta que mi fanatismo provocó hace dieciséis años— un producto digno que raye a la misma altura de los peores momentos de la terna original. Una trilogía que, con sus errores, sigue manteniendo mucho mejor el "tipo" a sus casi cuarenta años de edad que estos vehículos para el derroche digital sin personalidad que tanto y tan rápidamente han envejecido en los tres lustros que han transcurrido desde su estreno. La fuerza, lamentablemente, no supo acompañar a Lucas.

Otra crítica en Blogdecine | 'La amenaza fantasma', Lucas pierde la fuerza

Así fue la reacción de los fans de 'Star Wars' cuando se estrenó 'La amenaza fantasma' - la imagen de la semana

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Darth Maul

Sólo quedan unos días para que se estrene 'Star Wars: El despertar de la fuerza' y la expectación está por las nubes. Lucasfilm, Disney y J.J. Abrams se han encargado de generar la ilusión de que vamos a encontrar la magia de la trilogía original, y tanto los millones de fans como el público que se lo pasa bomba con el cine-espectáculo de Hollywood estamos deseando descubrir los misterios de la película. Pero hay una sombra de duda...

Hace 16 años nos encontrábamos en una situación similar. Regresaba 'Star Wars' con 'La amenaza fantasma' y la sensación era que nos esperaba una gran aventura. Ahora está considerada como una amarga decepción, un film vacío y tonto; incluso el director y los actores del Episodio VII, como Anthony Daniels, Oscar Isaac o Adam Driver, han criticado las precuelas y han prometido que la nueva es diferente. Sin embargo, desde esta semana circula por Internet un vídeo que demuestra que el Episodio I gustó mucho más de lo que se reconoce hoy en día...

Ahí tenéis la prueba. La película de George Lucas hizo disfrutar a mucha gente, hasta el punto de estar deseando volver a verla cuanto antes. Evidentemente este reportaje sólo una incluye una parte minúscula, microscópica, de lo que ocurrió en los cines de todo el mundo pero es interesante ver el contraste entre lo que se decía en su momento y la opinión actual de la mayoría sobre 'La amenaza fantasma'. Quizá muchos cambiaron de idea con el paso del tiempo... ¿Qué opináis?

Star Wars | 'El ataque de los clones', delirio digital

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Ataque De Los Clones Poster

En el Senado Galáctico reina la inquietud. Varios miles de sistemas solares han declarado su intención de abandonar la República. Este movimiento separatista, liderado por el misterioso Conde Dooku, ha provocado que al limitado número de Caballeros Jedi les resulte difícil mantener la paz y el orden en la galaxia. La senadora Amidala, la antigua reina de Naboo, regresa al Senado Galáctico para dar su voto en la crítica cuestión de crear un EJÉRCITO DE LA REPÚBLICA que ayude a los desbordados Jedi…

Si en el senado reinaba la inquietud, el mismo sentimiento, pero con connotaciones positivas, era el que determinó en buena parte, los tres años que tuvimos que esperar entre 'Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma' ('Star Wars. Episode I: The Phantom Menace', George Lucas, 1999) y 'Star Wars. Episodio II: El ataque de los clones' ('Star Wars. Episode II: Attack of the Clones', George Lucas, 2002), un filme del que se esperaba muchísimo por aquello de que, mirando hacia la trilogía original, su capítulo intermedio se elevaba como una obra maestra del séptimo arte y, por supuesto, como el máximo ejemplo de cuántas virtudes llegaba a atesorar el universo de Star Wars.

Pero toda vez llegó aquél ansiado viernes de mayo, nuestras ilusiones quedaron destrozadas por mano del que este redactor considera como el peor filme de los seis que hasta el momento componen el imaginario cinematográfico de Star Wars. Soy plenamente consciente de lo rotundo de tal afirmación habida cuenta de todo lo que ayer llegamos a apuntar sobre la primera parte pero, salvo momentos muy puntuales, hay muchas más decisiones poco afortunadas aquí que las que se acumulaban en su directa predecesora, ya sea por cuenta de la peor elección posible para el personaje central, ya por diálogos que se regocijan en su ridiculez ya por, como apunta el titular, la esquizofrenia digital de que hace gala todo el metraje.

La capacidad dramática de un aguacate

Ataque De Los Clones 1

Jake Lloyd ya había conseguido crisparle los nervios a más de uno en la piel del Anakin Skywalker de ocho años, un niño irritante en boca de quien Lucas ponía un verbo imposible y una verborrea incontenible. Rizando no obstante el rizo, la elección de Hayden Christiansen como el padawan de dieciocho años que enamorará a Natalie Portman es, a todas luces, el instante menos inspirado de cuántos llegó a incurrir el director a lo largo de los once años que transcurrieron desde el comienzo de la redacción del guión de 'La amenaza fantasma' hasta el estreno del filme que cerraría la nueva trilogía.

Torpe y carente de la capacidad de transmitir sentimientos —da igual la índole de éstos—, Christiansen se hace acreedor de la antipatía del respetable casi desde el primer momento en que aparece en pantalla y lo vemos babear ante la imponente belleza de la Portman. Desafortunadamente, durante el transcurso del metraje la cosa no mejora, y su notoria parquedad a la hora de expresar emociones queda expuesta de dolorosos modos en esas rabietas de mocoso que pretenden hacernos creer que la furia contenida de este niñato imberbe será la que algún día habite tras la fría máscara de Darth Vader.

El abismo que se abre entre él y los demás miembros del reparto hace que la labor de sus compañeros adquiera un mejor regusto que el que nos dejaban en 'La amenaza fantasma', ya sea porque Natalie Portman sí consigue reflejar el debate interno entre sus responsabilidades y el fuego de la pasión que la consume hacia Anakin, ya porque Ewan McGregor se encuentra mucho más cómodo en la piel de Obi-Wan y no hace que añoremos tanto a Alec Guinness o porque la adición de Christopher Lee aporta un empaque asombroso a ese Lord Sith que encarna el desaparecido actor.

Todo es digital...TODO

Ataque De Los Clones 2

Si hay algo por lo que servidor espera con impaciencia el estreno el jueves que viene de 'Star Wars. Episodio VII: El despertar de la fuerza' ('Star Wars. Episode VII: The Force Awakens', J.J. Abrams, 2015) —y sí, no habéis leído mal, tendré la fortuna de verla a las doce y cinco de la madrugada del jueves al viernes— es, entre otras miles de disquisiciones, por poder volver a asomarme a un universo de Star Wars tangible y creíble. Sabedor de su inclinación por no dejarse llevar por delirios digitales, que Abrams habrá conseguido anclar su filme a la "realidad" es algo acerca de lo que caben pocas dudas atendiendo al tráiler o a lo que el cineasta conseguía con su acercamiento al otro universo galáctico cinematográfico por antonomasia.

Y si espero con impaciencia dicha oportunidad es, obviamente, debido a lo agotador que es someterse al visionado de un filme, el que hoy nos ocupa, que no supo tener los suficientes reaños como para frenar el abuso de trucajes digitales que pueblan de uno a otro extremo la totalidad del metraje: pilar fundamental que ayuda en la pobre percepción que este redactor tiene de 'El ataque de los clones', la falsedad de todo lo que rodea a la acción roza el paroxismo más alarmante en instantes como el de la "pera voladora", la arena de Geonosis sobre la que cae Padme desde la nave o, por supuesto, en la aparición del "Yoda Playstation" que tantas risas provocó en su momento.

Ataque De Los Clones 3

Vale que, gracias al avance en los efectos digitales, 'El ataque de los clones' nos ofrezca momentos como la persecución en Coruscant o el único instante que servidor salvaría de completa quema del filme —aquél que Williams rubrica con la aparición de la marcha imperial— pero, en contrapartida, lo que hemos tenido que soportar en el resto de la proyección es de una pobreza formal expuesta en sus más descarnadas maneras en ese nivel de videojuegos de plataformas que es la secuencia que sigue a Anakin, Padme, C3-PO y R2-D2 en la factoría de androides de Geonosis.

Vergonzosos, completamente prescindibles y vacíos de contenido, dichos minutos ponen de relieve más que ningún otro de toda la nueva trilogía el producto de mercadotecnia en que se convierte la saga galáctica y lo mucho que Lucas estuvo dispuesto a claudicar ante los verdes billetes para apoyar desde la gran pantalla el juego de ordenador que se derivaría de aquí —algo que, dicho sea de paso, ya había sucedido también con la carrera de vainas de 'La amenaza fantasma'.

'El ataque de los clones', la endeblez de la fuerza

Ataque De Los Clones 4

Si bien desde el guión parece haber una menor tendencia hacia la estúpida infantilización a la que quedaba abocada su antecesora —la presencia de Jar-Jar se reduce a la mínima expresión, aunque el humor tonto y facilón siga presente de mano de los insufribles chascarrillos del futuro "lingote de oro"—, al fallar como decíamos en cierta elección del reparto, la gravedad con la que Lucas pretende revestir el conjunto queda herida de muerte cuando, en su auxilio, acuden en tropel tanto las herencias de la trama iniciada en 'La amenaza fantasma' como la almibarada historia de amor que aquí tenemos que soportar a riesgo del coma glucémico.

De hecho, más que todo lo que rodea a las intrigas del futuro emperador por medrar dentro del senado y hacerse con el poder absoluto —que vale, es innecesariamente complejo pero se soporta— es lo forzado del romance entre Anakin y Padme lo que arrastra por el fango 'El ataque de los clones' a la mínima oportunidad, siendo ejemplos claros de ello, todas las secuencias que transcurren en Naboo —TODAS, sin excepción— y el breve preludio en el que los enamorados intercambian declaraciones antes del homenaje a 'Quo Vadis' que, con sus peros, abre el tercer acto del filme; a la postre, lo más soportable del mismo.

Ataque De Los Clones 5

Aquí y allá durante la batalla de Geonosis, uno recupera la esperanza que ha perdido hasta entonces en que Lucas será capaz de tomar el pulso a la nueva trilogía y, ya de cara a su última entrega, conseguirá lo que no ha logrado en éstas, devolver la magia a Star Wars. Una magia que, desafortunadamente más que nunca, no encuentra respuesta en la desangelada partitura de John Williams salvo en la arrebatadora belleza del 'Across the Stars' y en los cinco últimos minutos de metraje, esos que antes citaba por la aparición de la marcha imperial y que, sorprendentemente, rebajan de forma considerable el regusto amargo que deja el resto de la proyección.

Las concomitancias que esos minutos guardan con los equivalentes de 'El imperio contraataca' ('Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back', Irvin Keshner, 1980) y las similitudes que de forma esporádica se advierten hacia la mejor entrega de la franquicia, no hacen sino poner en evidencia lo endeble de una cinta que si servía para algo era para dejar por los suelos las expectativas de cara a una tercera entrega en la que, por fin, George Lucas recuperará algo del pasado, cerrando con bastante dignidad tres películas que bien podrían haber sido una sola, ahorrándonos tiempo y, sobre todo, disgustos innecesarios.

Otra crítica en Blogdecine | 'El ataque de los clones', el rostro de Anakin Skywalker

Star Wars | 'La venganza de los sith', bienvenida oscuridad

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La Venganza De Los Sith Poster

¡Guerra! La República se desmorona bajo los ataques del despiadado Lord Sith, el Conde Dooku. Hay héroes en ambos bandos. El mal está por doquier. En una contundente jugada, el diabólico líder droide, el General Grievous, ha irrumpido en la capital de la República y ha secuestrado al Canciller Palpatine, líder del Senado Galáctico. Mientras el ejército droide separatista trata de huir de la capital sitiada con su valioso rehén, dos Caballeros Jedi lideran una misión desesperada para rescatar al Canciller cautivo....

Ahogadas nuestras esperanzas y quebrantadas nuestras expectativas hacia lo que íbamos a poder encontrarnos en el final de la nueva trilogía galáctica después de haber tenido que asistir al penoso espectáculo que habían supuesto las dos primeras entregas, no recuerdo haber vivido con la intensidad que están pasando estos días previos a 'Star Wars. Episodio VII: El despertar de la fuerza' ('Star Wars. Episode VII: The Force Awakens', J.J. Abrams, 2015) aquellos que precedieron hace diez años a 'Star Wars. Episodio III: La venganza de los sith' ('Star Wars. Episode III: Revenge of the Sith', George Lucas, 2005).

Bien se había encargado George Lucas de conseguir tamaña hazaña obliterando casi por completo la magia que, desde que las viera por primera vez siendo niño, habían comportado las tres películas de la trilogía original, y sólo era de recibo que la respuesta hacia la conclusión de la historia de cómo Anakin se convirtió en Darth Vader y cómo el Emperador logró acabar con los Jedi e instaurar el Imperio fuera, al menos a priori, bastante gélida. Pero, como decía ayer, lo que creo que nadie podía prever, y menos aún a la luz de lo visto anteriormente, era que el cineasta fuera a sacarse de la chistera este asombroso espectáculo que fue 'La venganza de los sith'.

Por fin, un arranque a la altura

La Venganza De Los Sith 1

Y para conseguirlo, para hacer que estas dos horas y veinte lograran devolvernos algo de la fe a los "creyentes" que la habíamos perdido —no toda, sólo una parte—, nada mejor que comenzar con una escena de esas capaces de cortar el aliento hasta al más agnóstico: con las guerras Clon en pleno apogeo , la acción de la cinta nos sitúa directamente tras el opening crawl en el espacio sobre Coruscant. Fuertes golpes de percusión nos acercan al brutal enfrentamiento entre cientos de naves de la federación las fuerzas de la república.

En medio de tan asombroso aparato bélico, Anakin y Obi-Wan tratan de llegar a la nave donde el general Grievous —un lamentable villano que recuerda a lo desaprovechado de Darth Maul— tiene preso al canciller Palpatine, el futuro emperador que lleva años manipulándolo todo desde la sombra para hacerse con el poder de la galaxia. Desde el momento en que arranca el filme hasta que el maestro jedi y su padawan aterrizan en la citada nave, la capacidad de dejar la mandíbula a varios centímetros por debajo de su posición natural se asocia a algo que es difícil concretar con palabras.

Lucas parece darse cuenta por fin de los límites de la tecnología de efectos visuales —algo que había ignorado de forma flagrante en las dos cintas previas con lamentables resultados— y no les pide a éstos más de lo que éstos son capaces de ofrecer, conjugándose dirección y trucajes digitales en un perfecto ballet espacial que, por supuesto, supera de un plumazo a nivel visual todo lo que hasta entonces habíamos podido ver en cualquiera de las cinco cintas que conformaban la saga galáctica. Todo parece alinearse para que el 'Episodio III' sea la obra maestra que queríamos ver desde hacía seis años atrás.

Entre el genio y la mediocridad

La Venganza De Los Sith 2

Desafortunadamente dicha alineación no se produce de forma constante a lo largo de la proyección, y todavía tendremos que aguantar algunos descensos de interés en el devenir de la trama o instantes que, alargados en exceso, resultan a la postre completamente innecesarios. En este último sentido, el mejor ejemplo posible es todo lo que se desarrolla a continuación de la muerte de cierto Sith a bordo de la nave de Grievous hasta que la misma termina sobre la superficie de Coruscant, una secuencia que, además, sirve de nuevo como doloroso recordatorio de lo peor que habían ofrecido las anteriores cintas, con diálogos acartonados, chistes metidos con calzador y un acabado formal pobre.

El trance es breve, y pronto Lucas agarra "el toro por los cuernos" para encarar el filme más tenebroso de toda la saga, uno en el que se han afinado muchos de los errores en los que incurrían las anteriores entregas y que si por algo se caracteriza es por imprimir en el espectador una fuerte sensación de desazón que, intermitente durante los dos primeros actos, alcanza toda su imparable fuerza desde el momento en que Palpatine manda a Anakin al templo jedi y activa en los soldados de asalto la "orden 66".

Se abre ahí algo más de una hora de metraje en la que los pequeños pasos previos hacia el inevitable final que todos conocíamos de antemano, se convierten en pasos de gigante que, a cada pisotón, hacen más y más oscura esa galaxia muy, muy lejana. Previamente, en una de las mejores secuencias de la cinta, Lucas ha ofrecido una espléndida mirada al abismo de los sith en el que Anakin se ha ido sumergiendo sin saberlo a lo largo de los años, y la conversación que el joven mantiene con el canciller en uno de los balcones de esa ópera tan singular es el exponente máximo de que, cuando así lo quiere, el cineasta puede cuidar los diálogos hasta extremos portentosos.

Del duelo de destinos a la batalla entre héroes

La Venganza De Los Sith 3

Decimados los jedi, aplastada la república y con Anakin abrazando el lado oscuro hasta límites que le llevarán a dudar de la fidelidad de su amada Padme, en sólo media hora, Lucas coloca las piezas que conforman el tablero a dos bandas en el que se jugará la partida final: de una parte, el emperador, ebrio de poder —poder oscuro, se entiende— se las verá con Yoda; de la otra, Lord Vader, que ya no distingue el bien del mal, tendrá que enfrentarse sable de luz en ristre al que fuera su maestro y amigo. Ya nos centremos en una u otra, pero sobre todo si lo hacemos en la segunda, a lo que asistimos es a una lección de gran cine.

Un cine que se hace grande en su acepción de espectáculo épico y que, antes de entrar a valorar su valía visual, encuentra en John Williams el pleno respaldo que llevaba buscando desde 'La amenaza fantasma': derivado en cierto modo del tema que acompañaba al duelo a tres bandas del 'Episodio I', pero con tonalidades que inciden de forma plena en transmitir esa sensación de desazón y melancolía de la que antes hablaba, el 'Battle of Heroes' que sigue al Anakin y Obi-Wan en Mustafar es la muestra más visible de la singular brillantez con la que Williams corona la trilogía desde sus pentagramas.

Unido a él, momentos como el dramático corte que puntualiza la traición de Anakin, el espectacular motivo que se asocia a Grievous o, por supuesto, el enlace que el maestro hace en los últimos minutos de proyección hacia la nueva esperanza del 'Episodio IV' son instantes de esos que se quedan grabados en nuestra memoria auditiva tanto como lo hace en la visual el espléndido montaje que hilvana las consecuencias de la "orden 66" o, por supuesto —lo dejaba en suspenso en el párrafo anterior— el alucinante matiz, de proporciones que superan la épica, que adquiere el choque entre alumno y profesor.

Si seis años antes nuestros ojos se habían mantenido ojipláticos cada vez que el cuádruple clímax centraba su atención en los dos jedi y el sith, aquél duelo se queda en mera escaramuza sin relevancia al ser comparada con lo que Lucas pone en juego en el cara a cara entre Obi-Wan y Anakin, una secuencia que podéis encontrar completa y sin los insertos del duelo entre Yoda y Palpatine en el video que he incluido más arriba y que, sinceramente, habla por sí sola de por qué 'La venganza de los sith' SÍ es lo que entendemos por Star Wars y, obviamente, por qué NO lo son ni 'La amenaza fantasma' ni 'El ataque de los clones'.

'La venganza de los sith', de nuevo, un ¿punto y final?

La Venganza De Los Sith 4

Unidos guión, dirección y música en un único y coherente propósito —me saltaré lo incoherente del libreto para con la trilogía original—, y sumando a la terna la mayor solidez del acabado técnico del filme y una mejor labor del elenco actoral al completo —Christiensen mejora ostensiblemente con respecto a sus limitaciones previas y resulta mucho más creíble como el señor oscuro en el que se convertirá— este final de una trilogía que, como decíamos hace unos días, resulta aún con tan espléndido cierre de todo punto innecesaria, ponía punto y ¿final? a la permanencia de Star Wars en la gran pantalla.

En el aire quedaba la duda de cuánta verdad habría en esa cacareada continuación que Lucas habría ideado al mismo tiempo que la trilogía original y, de ser ciertos los rumores, cuánto tiempo tardaríamos en verla plasmada en imágenes y de mano de quién. Resuelta a golpe de talonario por Disney —soy de los que, aun con la ilusión ante el 'Episodio VII' por delante, se muestran muy escépticos ante el masivo desembarco que nos espera en los próximos seis años— nosotros dejamos aquí el transitar por la parte más reciente de la mitología que comenzó a construirse hace casi cuarenta años para, precisamente, viajar a partir de mañana al momento en que todo comenzó.

Un principio sobre el que se han vertido océanos de tinta —real y virtual— y que algunos incluso califican como lo más importante que le ha pasado al cine a lo largo de su historia. Sin llegar a tanto —el recorrido del séptimo arte está jalonado de infinitud de momentos que sirvieron para ir esculpiéndolo poco a poco— resulta innegable que el concepto de blockbuster, ese que Steven Spielberg había inventado de forma inconsciente de mano de 'Tiburón' ('Jaws', 1975) sólo dos años antes del estreno del 'Episodio IV' nunca habría llegado a conocer su acepción más completa sino hubiera sido por aquél brillante ejercicio que, al menos en parte, sí que cambió el rumbo del cine.

Otra crítica en Blogdecine | 'La venganza de los Sith', ejemplar cierre a una trilogía innecesaria

Star Wars | 'Una nueva esperanza', origen de un mito

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La Guerra De Las Galaxias Poster

Nos encontramos en un periodo de guerra civil. Las naves espaciales rebeldes, atacando desde una base oculta, han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico. Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio, la ESTRELLA DE LA MUERTE, una estación espacial acorazada, llevando en sí potencia suficiente para destruir a un planeta entero. Perseguida por los siniestros agentes del Imperio, la Princesa Leia vuela hacia su patria, a bordo de su nave espacial, llevando consigo los planos robados, que pueden salvar a su pueblo y devolver la libertad a la galaxia....

Es, con mucha diferencia junto a 'El imperio contraataca' ('Star Wars. Episode V: The Empire Strikes Back', Irvin Keshner, 1980), la película que más veces he visto en mis cuarenta años de vida. Tanto es así, que pasada la cincuentena de revisiones dejé de contar, y eso fue hace ya algo más de una década en la que he seguido volviendo a ella —y a la trilogía original— de forma impenitente año tras año. Ante tal revelación, es más que obvio que a la hora de valorar 'La guerra de las galaxias' ('Star Wars', George Lucas, 1977), esa objetividad sobre la que siempre afirmo que es casi inexistente en cualquier crítica cinematográfica, se tome aquí unas totales vacaciones.

La Guerra De Las Galaxias 1

Tanta es la relevancia de éste primer episodio de la trilogía galáctica, que los recuerdos asociados a ella se agolpan raudos en mi memoria: aunque no fue la primera película que vi en el cine —no había cumplido todavía dos años cuando se estrenó aquél mes de noviembre en nuestro país— sí que fue la primera que adquirí en VHS pagándola, con la complicidad de la dependienta de mi videoclub habitual, en cómodos plazos de 100 pesetas semanales. Fue también, como decía el otro día, la primera banda sonora que quise tener, algo que conseguí yéndome a casa del primo de un compañero de instituto y grabándome en casette los dos vinilos que aquél afortunado poseía.

Y podría seguir, pero creo que los dos ejemplos anteriores son más que suficientes para que os hagáis una idea de la presencia constante que durante toda mi vida ha ejercido esta "space opera" que inicialmente tendría que haber sido una adaptación de 'Flash Gordon' pero que, por indisponibilidad de los derechos sobre el personaje de Alex Raymond, terminó construyéndose como una historia completamente original en la que el guionista y director nos iba a llevar a una fantasía situada en una galaxia muy, muy lejana, que en muchos sentidos supondría un antes y un después en la historia del séptimo arte.

Música épica para una aventura galáctica

'La guerra de las galaxias' cambió mucho de lo que hasta entonces se entendía como espectáculo en la gran pantalla y, fuera de ella, también operó muy relevantes cambios en la forma en la que el cine comenzaría a explotar de forma masiva las posibilidades poco exploradas hasta entonces del merchandising, siendo la cinta de Lucas pionera en generar miles y miles de productos diferentes con los que sacarle los cuartos a esos padres que se veían acosados ante los empellones de sus hijos por poseer todo aquello que se relacionara con el fascinante universo que el cineasta construía tirando de reinterpretar mitologías literarias, géneros cinematográficos y enseñanzas religioso-filosóficas.

Uno de esos productos, que daría para una entrada exclusiva, fue por supuesto la banda sonora con la que John Williams alteraría de forma categórica la forma en la que la industria había venido contemplando a la música de cine durante la década y media anterior: recuperando para Hollywood las más ampulosas sonoridades orquestales, las casi dos horas de música que el maestro escribía para 'La guerra de las galaxias' trascendían muy pronto la gran pantalla para, primero, batir récords de venta con el doble LP que contenía hora y cuarto del trabajo del compositor y, después, haciéndose eco del fenómeno sociológico que fue la cinta, terminar hasta en las discotecas de la época con versiones —bastante horteras, todo sea dicho— de algunos de sus temas.

Con el paso de los años, y a través de incontables ediciones parciales o totales que lo convierten en el score más editado de la historia del cine —de las que resaltaría aquella caja de cuatro discos editada por Arista a principios de los noventa y, por supuesto, los compactos holográficos que RCA publicó con motivo del 20 aniversario—, la música de 'Star Wars' iría adquiriendo cualidades que en muchos sentidos superan a la propia película; y no exagero al afirmar que tanto la fanfarria del filme, esa que tanto bebe del trabajo de Erich Wolfgang Korngold para 'Abismo de pasión' ('King's Row', Sam Wood, 1942), como la marcha imperial forman parte ya del acervo cultural de la humanidad.

Intrincada, compleja, y acoplada a las imágenes hasta extremos que parecen heredar en muchos momentos los modos compositivos que se utilizan en la animación, la precisa puntualización que Williams va haciendo de todas y cada una de las secuencias que conforman el metraje de 'La guerra de las galaxias' se establece en unos parámetros que resultarán fundamentales en la evolución que la música de cine sufra a partir de 1977. Echando mano de la figura wagneriana del leitmotiv —un motivo recurrente asociado a un personaje o a un concepto— Williams apoya este primer paso de la trilogía galáctica en los temas de Luke, Leia y, sobre todo, el de la fuerza.

El primero, que queda apuntado en la fanfarria inicial, es asociado de forma indisoluble al hijo de Anakin Skywalker desde la primera aparición del mismo en pantalla, con los metales interpretando una versión que mezcla de forma elocuente la solemnidad que quiere revestir al personaje con el talante aventurero de Luke...¡¡y todo en siete notas!!. Con el motivo escrito para Leia, de una belleza asombrosa y un lirismo espectacular, Williams describe desde sus pentagramas a esa princesa frágil y determinada al mismo tiempo que encarna con singular carisma una Carrie Fisher capaz de plantarle cara a cualquiera de sus compañeros de reparto.

Pero el que a mi parecer se lleva la palma, por cuanto es junto con la marcha imperial lo mejor que el maestro escribe para esta primera trilogía, es el tema de la fuerza: evocador y épico y con el mismo número de notas que el que conforma el de Luke, la primera aparición del motivo que se ligará al poder y la nobleza de los jedis y que, por extensión, será representante musical del bien en esta galaxia lejana, es de esas que nunca se olvida por cuanto, en términos visuales, es de las escenas más bellas de la cinta, aquella en la que Luke observa con cierta melancolía la puesta de los soles binarios anhelando dejar Tatooine y poder surcar las estrellas.

Personajes cercanos en mundos lejanos

La Guerra De Las Galaxias 2

El deseo que se refleja en el rostro de Mark Hammill y el que éste no sea más que un adolescente de 19 años, es uno de muchos aciertos en la descripción de personajes que Lucas hace por mano de un guión que, al contrario que la nueva trilogía y sus esperpénticas complejidades, basa su gran efectividad en un trazado simple que narra una sencilla historia de fantasía y aventuras de las de siempre —que bien podría haber estado ambientada en el medievo— mezclándola con un contexto de ciencia-ficción de forma más que habilidosa.

Llevada al confín de otra galaxia —el rótulo inicial ya atesora una carga de épica asombrosa con tan sólo nueve palabras—, este relato del eterno enfrentamiento entre el poder del bien y el del mal juega a ganarse al espectador por la precisión con la que trata la dicotomía entre familiaridad y novedad, siendo imposible no dejarse encandilar, ya por la habilidad con la que discurre toda la narración —de una fluidez asombrosa que carece de tiempos muertos—, ya por los siete protagonistas que hacen de 'La guerra de las galaxias' esa gozada a la que nunca cuesta volver por mucho que se haya revisado hasta el hastío.

La Guerra De Las Galaxias 3

Mi favorito siempre será el irredento caradura que pilota la nave más rápida y con más problemas mecánicos de la galaxia, pero sólo por una pequeña distancia sobre el sexteto que conforman Luke —un personaje que ganará, y mucho, con el transcurrir de la saga—, Leia, el felpudo con patas, el irritante lingote dorado, el cabezudo de R2 y, por supuesto, ese villano de capa negra, atuendo negro, máscara negra y respiración entrecortada que es Darth Vader, probablemente el mejor hallazgo de cuantos Lucas ideó hace casi cuarenta años.

La potente entrada del lord sith, que Williams aún no rubrica con la marcha imperial optando por un breve y conciso motivo de tres notas ejecutado en los metales, la voz de James Earl Jones —o la aún más impresionante de Constantino Romero en la versión doblada al castellano—, el misterio que envuelve al personaje por boca de Obi-Wan en ese relato sobre la fuerza que Alec Guinness le traslada a Mark Hammill —acaso el mejor diálogo de la cinta—...todo se da la mano para convertir a Darth Vader, como ya apuntábamos días atrás en las entradas dedicadas a la nueva trilogía, en el villano por antonomasia de la historia del cine.

Salto a la velocidad de la luz

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En los cuarenta años que casi han pasado desde el estreno de 'La guerra de las galaxias' si algo ha cambiado de forma radical en la industria cinematográfica eso han sido los efectos especiales. Las elaboradas maquetas que en la primera entrega de la trilogía nos dejaban asombrado han dado paso a complejos modelos tridimensionales digitales. Los diferentes trucajes de artesanía que, combinados, ponían en pie la batalla de la Estrella de la Muerte que daba cierre al primer capítulo de la saga, tiempo ha cedieron su completo protagonismo al todopoderoso ordenador dando lugar a lo que, en la entrada que dedicábamos al 'Episodio II', calificábamos como delirio digital.

Resulta pues irónico que, volviendo a revisar por enésima vez el producto original —cuidado, el original de verdad, no aquél que se estrenó en 1997 con retoques por doquier— llame poderosamente la atención el ínfimo envejecimiento que acusan todos y cada uno de los efectos especiales de 'La guerra de las galaxias'. Ya en su momento, en 1977, lo que Lucas y sus chicos conseguían suponía un salto de gigante con respecto a casi todo lo que se había visto hasta entonces en términos de trucajes, y desde el ataque inicial a la nave rebelde por parte del crucero imperial hasta el citado asalto a la estación de combate del imperio, el asombro era perpetuo.

Un asombro que resiste incólume y que, en su talante "casero" aporta un grado de mimo y cariño por lo que se hacía que, por supuesto, será imposible encontrar dos décadas más tarde cuando Lucas vuelva a su universo y viole todo lo que en él había creado en aras no se sabe muy bien de qué —bueno sí, del vil metal. Huelga afirmar pues que, en lo que a este redactor se refiere, resulta muchísimo más veraz un X-Wing de los que vemos aquí construido con piezas mil y elaborado con esmero que las doscientas mil naves que bailarán sobre las arenas de Geonosis en el acto final de 'El ataque de los clones'.

'La guerra de las galaxias', clásico en toda regla

La Guerra De Las Galaxias 6

Decía antes que la historia que George Lucas hilvana en este capítulo inicial de la trilogía original no brilla precisamente por su complejidad, una afirmación a la que habría que añadir el que, por momentos, sus diálogos se muevan por terrenos cercanos al sonrojo. Pero ambos extremos quedan aplastados, ya por la magia que destila todo el conjunto gracias al tono épico que se deriva del sustrato sobre la fuerza y los jedi, ya por las razones que hemos ido dando en el transcurso de la entrada, ya porque, en términos visuales, hay que reconocerle al director la espléndida labor que ejecuta tras el objetivo y en la sala de montaje.

Lo comentaba antes: la fluidez narrativa de la que hace gala la cinta, que evita que tenga ni un sólo tiempo muerto, nos lleva de un lugar a otro con una facilidad extrema —imaginativas cortinillas mediante— que la percepción al terminar de que hayamos estado dos horas delante de la pantalla se nos hace muy difícil de creer. Máxime cuando la sorpresa siempre está a la vuelta de la esquina y Lucas sabe como mantener el suspense de tal manera que, si bien es fácil anticiparse a la victoria del bien sobre el mal, no seamos capaces de leer a distancia cómo será ésta.

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Plagada de escenas que llevan cuatro décadas formando parte del imaginario cinematográfico colectivo de varias generaciones, creo necesario apuntar, dado el personal cariz que he pretendido darle a esta entrada, a aquellas que siempre consiguen emocionarme como el primer día: la puesta de soles de la que hablábamos antes, la conversación de Luke y Obi-Wan sobre la fuerza que también citábamos más arriba, el duelo entre éste último y Darth Vader —que visto con ojos de infante era increíble—, la persecución a dos bandas por la estrella de la muerte, el salto de Luke y Leia o el momento en que aquél desconecta la computadora de objetivo del X-wing para dejar que la Fuerza guíe sus pasos y cómo entra ahí el tema musical de Williams...

Todos ellos —a los que sumaría, por supuesto, el apoteósico final en la sala del trono con el motivo de la fuerza orquestado a modo de marcha triunfal—, y muchos más, hablan de forma inequívoca de la sempiterna grandeza que atesoran 121 de los más grandes minutos de cine a los que muchos nos hemos podido asomar a lo largo de nuestras vidas. Habría mucho más que decir, pero todo lo que pudiéramos añadir redundaría en seguir dando a entender la consideración de éste maravilloso filme, a ojos del que esto suscribe, como un clásico irrepetible que, no obstante y como todos sabemos, será superado con amplitud por esa obra maestra que es su inmediata continuación.

En Blogdecine

'La guerra de las galaxias', ...y el cine cambió

'Star Wars: El despertar de la fuerza', la película

Los críticos se ponen de acuerdo, 'Star Wars: El despertar de la fuerza' es la película que estábamos buscando

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Un póster de Star Wars 7

Sólo quedan dos días para el estreno de 'Star Wars: El despertar de la fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens') pero la primera oleada de críticas ya está en Internet (también la nuestra). Con las expectativas por las nubes y el habitual menosprecio de la crítica a las superproducciones de Hollywood, es comprensible que los fans reciban estas primeras opiniones con un cuchillo entre los dientes, amenzando al que suelte el más mínimo spoiler o hable mal de su saga favorita...

Sin embargo, las reacciones están siendo más positivas de lo esperado. La mayoría de críticas elogian el espectáculo, a los nuevos protagonistas y la capacidad de J.J. Abrams para recuperar la magia que nos cautivó de la trilogía original. No hay unanimidad, claro, en el arte es imposible contentar a todos, y no olvidemos que algunos tienen la necesidad de llamar la atención... Más abajo os he recopilado las frases más destacadas de las críticas de 'Star Wars VII':

"Lo mejor que se ha hecho de Star Wars en los últimos 32 años. Da nueva vida y energía a la venerada saga resucitando antiguos placeres y apuntando en prometedoras nuevas direcciones. Abrams acerca el tono a Steven pielberg, y concretamente a Indiana Jones." (TheHollywoodReporter)

"Si hicieras una lista de ingredientes esenciales para una película de Star Wars, los encontarías a casi todos en esta llamada de J.J.Abrams al gigante durmiente de la saga. Kylo Ren es el mejor villano que la franquicia haya presentado nunca." (Empire)

"Hay muy pocas películas que me agoten facialmente después de sonreír durante 135 minutos, pero ésta es una de ellas. Dentro del cine, sentí algo que no recordaba desde mis 16 años: no saber si estallar en lágrimas o en aplausos." (TheGuardian)

"Entrega exactamente lo que estás buscando: divertidas aventuras envueltas en mitología épica, una cantidad perfecta de servicio al fan, y un acertado "cliffhanger" para el final que prepara el camino a los futuros episodios." (EW)

"El espíritu divertido, de ópera espacial, que tenía la trilogía original de George Lucas emana de cada fotograma de esta eufórica secuela de J.J. Abrams." (TimeOut)

"Es la película que los fans han estado esperando, durante todos estos años. Es una restautración, un reboot de una apreciada franquicia. Es el primer viaje de regreso a una galaxia muy, muy lejana desde 1983 que no necesita pedir perdón." (TorontoStar)

"La película de Abrams sacude a Star Wars de su letargo, y reconecta con su pasado largamente añorado. Que lo consiga tan inmediata y gozosamente es, quizás, el mayor gran alivio del año cinematográfico." (Telegraph)

"Apela tanto a su viejo como a su nuevo público. Simplemente, ve a verla. Te encantará." (TheWallStreetJournal)

"A pesar del "hype", no va a salvar el mundo, ni siquiera a Hollywood, pero mantiene un perfecto equilibrio entre los confortables favoritos -Harrison Ford, damas y caballeros- y nuevos asombros cinéticos, junto con algunos de los aciertos que desaparecieron conforme la serie se convirtía en un fenómeno, más crucialmente una escala y una sensibilidad que tiene sus raíces en el ser humano." (NYTimes)

"Abrams ha hecho un trabajo formidable con actores que serán desconocidos para la mayoría de los espectadores, pero que asumen sus responsabilidades con habilidad y confianza." (WashingtonPost)

"La vieja magia de Star Wars ha regresado. ¿Lo mejor? Te hace sentir como un chaval a quien se introduce otra vez en algo verdaderamente especial." (USA Today)

"Aunque es una clara mejora desde las últimas tres abortivas precuelas, 'El despertar de la fuerza' sólo brilla de forma esporádica y su éxito depende de cuáles, entre la mezcla de veteranos y novatos, están en pantalla." (LosAngelesTimes)

"Mucha de la diversión de El Despertar de la Fuerza es la aparición sorpresa de caras familiares. Abrams sabe lo que no funcionó en las precuelas de Lucas y ha ido en la dirección opuesta." (TheWrap)

"Qué aventura más hermosa, emocionante, disfrutable, sorprendente y conmovedora." (ChicagoSunTimes)

"Regresa al espítu de las películas orginales, dejando lejos la torpe e innecesaria ineptitud de las anteriores precuelas. La película de 'Star Wars' más trepidante hasta la fecha." (DetroitNews)

"Dirigida por Abrams con una hábil mezcla de cálida nostalgia, espectáculo de efectos especiales e inteligente mercantilismo, 'El despertar de la fuerza' cumple estupendamente con la labor de llevar la venerada vieja saga a la nueva era dominada por Marvel." (Newsday)

"La acción es casi constante, como el humor, que se pone en marcha cuando Han Solo aparece. Lástima que Leia esté innecesariamente infrautilizada. En cuanto a los nuevos personajes, Rey es un sueño. Es capaz y magnética. Es nuestro nuevo Luke, y más cool de lo que él fue nunca". (Associated Press)

"Esta es la película que estábamos esperando. Abrams entiende lo que le encanta a los fans y lo ofrece en abundancia." (MinneapolisStarTribune)

"Cuando va a velocidad de crucero, es una impresionante pieza de cine de aventuras pulp, lleno de personajes memorables, feroces luchas de espada láser, algunos conceptos visuales muy inteligentes... pero sus limitaciones narrativas pueden ser bastante frustrantes." (Indiewire)

"Revigorizando la franquicia con un bienvenido arrebato de energía, calidez y emoción. J.J.Abrams parece haber tenido las tres películas originales muy presentes cuando se embarcó en este monumental nuevo proyecto." (Variety)

"La gran noticia es...¡que es buena! Abrams no sólo ha hecho una película para los verdaderos fans, ha hecho una película para todo el mundo (o casi todo)." (TheNewYorkTimes)

"El placer de ver por primera vez lo que se acierta a contemplar en esta maravilla es difícilmente comparable con nada. O casi. El director recompone el tejido enfermo de la última trilogía para devolvernos el brillo del mito. A sus pies, señor Abrams." (ElMundo)

"Todo en recuerda a la idea original. A los fans les va a entusiasmar, y a los espectadores de a pie el vértigo creado por Abrams, un maestro del ritmo, les mantendrá continuamente en vilo." (ACB)

"J.J. Abrams ha hecho lo que Lucas, por pudor o chulería, no se atrevió: copiar los originales. Ha recogido el armazón de una nave abandonada para ponerla en marcha con piezas si no originales, lo más parecidas." (Cinemanía)

"Es una película eficaz que Abrams parece haber afrontado partiendo del Libro de Reclamaciones del Fan Airado. Su película funciona pero no inventa. Lo mejor: el carisma acorazado de Han Solo. Lo peor: no hay imagen que no evoque algo ya visto." (Fotogramas)

"Me he entretenido moderadamente con este circo anfetamínico. Deseando que durara un poquito menos. Son mis gustos. Pero entiendo que para infinidad de espectadores esta película les regale el éxtasis." (ElPaís)

Vía | EW y Filmaffinity

Star Wars | 'El imperio contraataca', P.E.R.F.E.C.T.A

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El Imperio Contraataca Poster

Son tiempos adversos para la rebelión. Aunque la Estrella de la Muerte ha sido destruida, las tropas imperiales han hecho salir a las fuerzas rebeldes de sus bases ocultas y las persiguen a través de la galaxia. Tras escapar de la terrible Flota Imperial, un grupo de guerreros de la libertad, encabezados por Luke Skywalker, ha establecido una nueva base secreta en el remoto mundo helado de Hoth. El malvado Lord Darth Vader, obsesionado por encontrar al joven Skywalker, ha enviado miles de sondas espaciales hacía las infinitas distancias del espacio....

Cuando se trata de 'El imperio contraataca' ('Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back', Irvin Keshner, 1980) los recuerdos se agolpan en mi memoria mucho más de lo que lo hacían ayer. Recuerdos de una tarde de domingo. De ir corriendo hacia el cine de la mano de una de mis tías. De saber que llegábamos tarde. De entrar cuando la proyección llevaba ya unos diez minutos. De sentarnos en el "gallinero" de una de las dos salas de cine que por entonces había en mi ciudad natal. Y de caer cautivado ante el primer plano que recuerdo haber visto de todo el universo Star Wars, el de los AT-AT atacando la base de los rebeldes en Hoth.

El Imperio Contraataca 1

Más que ninguna otra de las seis películas, las emociones que han rodeado siempre a las "infinitas" revisiones que a lo largo de las décadas he hecho a la segunda entrega de las aventuras de Luke, Leia y Han Solo se han mantenido en lo más alto; no porque cada vez que vuelvo a encontrarme con ella sus dos horas me sirvan para (re)conectar con aquél "peque" de cinco años —que también—, sino porque, a la hora de hablar del capítulo intermedio de la trilogía original, lo estamos haciendo de una cinta que de punta a cabo, de arriba a abajo y bajo cualquier apreciación que quiera valorarse, devuelve resultados que la sitúan con amplia comodidad en los terrenos de las obras maestras del cine.

Y si no fuera porque me niego a desaprovechar la oportunidad de escribir sobre una de mis películas favoritas de todos los tiempos, esta bien podría ser una de las entradas más breves de cuántas he redactado a lo largo de mi tiempo en Blogdecine por cuanto el titular y la afirmación con la que he cerrado el párrafo anterior dan una idea exacta de lo que pienso de cuanto rodea al filme: da igual lo que pretendamos sopesar que todo en la secuela de 'La guerra de las galaxias' ('Star Wars', George Lucas, 1977) funciona a la perfección y a ese nivel que ha provocado que siempre se la considere la MEJOR de las seis cintas que nos han llevado hasta ahora a esa galaxia lejana.

Un cambio a mejor

El Imperio Contraataca 2

Pasando por un momento personal complicado y sabedor de lo mucho que le había absorbido el proceso de producción de 'La guerra de las galaxias' —famosas son las múltiples anécdotas que rodean a los últimos días antes de la premiere de la cinta, días en los que él, su mujer y todo el equipo creían que no llegaban a tiempo— cuando George Lucas decidió dar luz verde a las dos entregas que completarían la trilogía, resolvió al mismo tiempo no figurar en ellas como director dejando tal labor en manos de dos cineastas a los que poder controlar "desde la sombra".

Ejerciendo pues un férreo control sobre la totalidad de la cinta —un control que será decisivo en los pobres resultados que ofrecerá la futura trilogía al no ceder Lucas ni un ápice de espacio a la colaboración en aspectos fundamentales—, resulta no obstante paradójico que la intercesión de dos nombres se encuentre en la base de lo que hace a 'El imperio contraataca' un filme muy superior a su antecesora, a su sucesora y, por supuesto, a cualquiera de los tres que conforman la trilogía de precuelas. Esos son, qué duda cabe, los de Irvin Keshner y Lawrence Kasdan.

Antiguo profesor de Lucas con una trayectoria poco brillante que lo convertía de manera inmediata en alguien manejable a ojos del cineasta, Keshner trae a 'El imperio contraataca' un bagaje que su pupilo aún no tenía y que, injerencias de éste al margen, hace del filme un ente más cohesionado en lo que a dirección se refiere, algo que beneficia sobremanera al natural fluir de un metraje —una fluidez que supera a la que ya podíamos encontrar en 'La guerra de las galaxias'— que expone y narra con precisión y que alterna las diferentes acciones de forma soberbia y, huelga afirmarlo, sabe manejar muchísimo mejor a los actores.

El Imperio Contraataca 3

Y en ello tiene mucho que ver, por supuesto, un libreto que, firmado a cuatro manos entre Kasdan y Leigh Brackett, pule las imperfecciones más notables del trabajo de Lucas para la cinta anterior, no flaqueando en ningún momento en lo que supone su mejor virtud, unos diálogos que hoy siguen asombrando tanto o más que el primer día por su ritmo y por el perfecto acople de cada línea al personaje al que es asignado. En éste último sentido no hay mejor ejemplo que aquellas que se destinan a Han Solo, que aquí roba aún más protagonismo a sus compañeros que en la anterior entrega y que cuenta con frases antológicas como ese "Lo sé" que devuelve a Leia.

Aunque si de frases antológicas tenemos que hablar, no cabe duda de que la palma se la lleva un Darth Vader mucho más humanizado aquí que la máquina de matar sin remordimientos que veíamos en 'La guerra de las galaxias'. Un personaje que si ya en la anterior cinta se convertía en uno de los mayores hallazgos de Lucas por su imponente presencia y diseño, aquí alcanza el paroxismo en su enfrentamiento con Luke y, por supuesto, en esa revelación cuyos ecos todavía reverberan hoy, treinta y cinco años después, como uno de los momentos de mayor impacto de la historia del séptimo arte.

John Williams IMPERIAL

Comentaba ayer que, si bien era acompañada de un potente motivo ejecutado en los metales, la primera aparición de Darth Vader en la escena inicial de 'La guerra de las galaxias' y, por extensión, sus ulteriores incursiones en la cinta, no quedaban arropadas por un leitmotiv del mismo modo que sí lo hacían los personajes de Luke, Leia y el concepto de la Fuerza. Dicha carencia, de nimia relevancia dado el altísimo nivel al que rayaba el score, se suple aquí con creces por el que, sin lugar a dudas, es el mejor tema que John Williams compone tanto para la trilogía original como para la nueva, "La marcha imperial".

Dechado de orquestación marcial y de una potencia extrema, el motivo más reconocible de toda la saga junto a la fanfarria inicial queda asociado de forma inmediata al todopoderoso imperio galáctico y a ese caballero oscuro que es su máximo representante —mucho más que el Emperador, todo sea dicho— cuando sus notas acompañan al instante en el que, tras asistir con asombro al imponente tamaño de ese superdestructor que hace sombra a los de la primera parte, vemos el familiar casco de Darth Vader y escuchamos su no menos característica respiración.

Tachar de fundamental en la historia de la música de cine a dicho instante no comienza a cubrir la relevancia que adquirirá con el paso de los años un tema que, cuidado, sólo es la punta de un inmenso iceberg muchísimo más complejo e intrincado que lo que Williams ya había desarrollado para la primera entrega de la saga: arropada del oscuro talante que caracteriza a la cinta, la partitura de 'El imperio...' está salpicada de tantos y tantos momentos que resaltar, que casi habría que recurrir a la necesidad de afirmar que de sus dos horas y cuatro minutos —de nuevo, sólo veinte minutos sin acompañamiento— no sobra NADA.

Haciendo un recorrido ordenado de aquello que nos muestra el filme, habría que ir deteniéndose en esa evocadora y fugaz aparición del tema de la fuerza cuando la cámara nos presenta a Luke; en el motivo que el maestro escribe para el rescate del héroe por parte de los speeders; en el potente ataque de los AT-AT y los catorce minutos de música ininterrumpida que siguen a la batalla de Hoth; en esa maravilla que es la persecución por el campo de asteroides, llena de contrapuntos, saltos en la orquestación y un sentido del "mickey mousing" asombroso; en el lírico tema que se compone para Yoda o, por supuesto, en todo lo que trasciende en el clímax.

Un clímax que arranca con una versión del tema de Luke y la fuerza cuando el X-Wing del protagonista se aproxima a Bespin, que continua con una opresiva versión en los registros más graves de los metales de la marcha imperial; que sigue con la breve aparición del maravilloso tema de amor que se asocia a Han y a Leia y que, a partir de ahí, hilvana en un continuo discurso musical apoyado en los tres citados motivos —la fuerza, la marcha imperial y el de amor— todo un tramo final de metraje que, sin su ayuda, hubiera carecido del fuerte impacto emocional que atesora.

'El imperio contraataca', en perpetuo asombro

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Nada ajeno a la comodidad en la que se encuentran Mark Hammill, Carrie Fisher y, sobre todo, Harrison Ford calzándose de nuevo los zapatos de Luke, Leia y Han, que lo ejemplar del trabajo de Keshner añade no pocos enteros a las muchas emociones que es capaz de transmitir 'El imperio contraataca' es tan obvio como que en aras de la consecución de dicho logro juegan también la mejor definición y humanización de Darth Vader, la aparición de Yoda y lo que le debe a su impresionante carisma la voz de Frank Oz —o lo que Alberto Trifol hacía en el doblaje al castellano— o las precisas intervenciones de los dos androides, cuyo protagonismo es mayor y mejor aquí.

No en vano, muchos de ellos llegaban a afirmar que el cineasta había sido su realizador favorito de los tres con los que habían trabajado durante la trilogía, y eso se nota. Tanto, que resultará paradójico que de cara a la tercera, todos pierdan algo de la fuerza que aquí atesoran, asomando en sus rostros un hastío que choca de frente con la naturalidad y la frescura de la que aquí hacen gala. Una frescura que, decía antes, dimana del libreto y, en términos estrictamente técnicos, hace de la cinta un espéctaculo superlativo si a lo que hemos de referirnos es al fastuoso diseño de producción o a unos efectos visuales que dan un salto espectacular con respecto a los de la primera parte.

Tanto es así, y tan precisa es la labor del departamento de trucajes, que vista hoy su edición original, sin esos molestos añadidos que se le adherieron tanto en 1997 como en su edición en Blu-ray —algo posible gracias a esas 'Despecialized Edition' que circulan desde hace tiempo por la red y que, a máxima calidad, contienen las cintas tal y como se estrenaron en los cines—, a 'El imperio contraataca' se le pueden señalar en muy pocos instantes las "vergüenzas", esas en las que el efecto visual es evidente.

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Estos términos vienen pues a sumarse a el talante incólume con el que la producción ha soportado el paso de las décadas, dándole sopa con hondas en cualquier sentido a cualquiera de las cintas de la nueva trilogía, situándose por encima de mucho de lo que la ciencia-ficción y la fantasía nos ha ofrecido desde 1980 —que ya es— y logrando alzarse, aún más que su antecesora, como un clásico indiscutible, no ya de su género sino del séptimo arte en general. ¿Exagero? ¿Le doy demasiada importancia a un filme que no es otra cosa que un vehículo para el mero entretenimiento? Sinceramente, no lo creo.

A fin de cuentas, el cine siempre ha sido en su fundamento precisamente eso, entretenimiento. Y si algunos lo han olvidado en la búsqueda de definiciones distintas de este arte que tanto nos enamora —y en esa búsqueda han hallado matices unas veces adecuados, otras no tanto— es algo que no debería servir como demérito de aquellos productos que, tratando de hacer pasar un rato inolvidable de diversión lo logran con la facilidad y la categoría que hemos revisitado tantas y tantas veces en los últimos hace treinta y cinco años. Y, qué demonios, que si alguien se extasía con lo último de, qué sé yo, Paolo Sorrentino, estupendo, pero que nos dejen a los demás hacerlo a placer con lo que seguiremos defendiendo siempre como una cumbre del cine.

En Blogdecine:

'El imperio contraataca', I am your father

Los críticos se ponen de acuerdo: 'Star Wars VII: El despertar de la fuerza' es la película que estábamos buscando

Todo sobre 'Star Wars: El despertar de la fuerza'


'Star Wars: El despertar de la fuerza' y el miedo a los spoilers

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Kylo Ren

La hora ha llegado: desde esta madrugada puede verse en cines 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens'). Termina así una espera que, para muchos, comenzó en 1983. Tras el disgusto ocasionado por las precuelas (cuyo recuerdo es, desgraciadamente, imborrable), la posibilidad de ver una película de 'Star Wars' sin el control de George Lucas es poco menos que un sueño hecho realidad para la (creciente) legión de fans.

No obstante, el disfrute podría ser fácilmente arruinado (al menos, en parte). Hollywood tiene el mal gusto de destripar sus estrenos más esperados con todo tipo de avances y, por si fuera poco, Internet se llena de filtraciones, teorías y rumores; inevitablemente, de tantos dardos que se lanzan a ciegas algunos acaban dando en la diana. Tanto ruido ha provocado una contradictoria mezcla de sensaciones en los fans de 'Star Wars': no queremos saber nada... pero lo miramos todo.

-"Chewie, we´re home."

Somos débiles. La pasión por estos personajes nos puede y, aunque queremos llegar al estreno con la mínima información posible, cada vez que aparece algo nuevo del Episodio VII cuesta horrores refrenar la curiosidad y no echar un vistazo. Lo cual es aún peor cuando escribes para una publicación; la actualidad manda y debes adentrarte en una zona de minas. En este sentido, se agradece que J.J. Abrams haya sido capaz de mantener intactas los mayores misterios de 'El despertar de la fuerza' y que las primeras críticas hayan sido tan cuidadosas con los spoilers.

El (¿justificado?) miedo al spoiler

R2D2 y Luke

SPOILER. Es la señal de alerta más extendida en Internet. La Red es un reflejo del ser humano y, como sabemos, hay de todo, gente buena, educada, correcta, y los malparidos, malfollados o como queráis llamarlos. Los trolls abundan. La crueldad es una forma de disfrute para ciertas "personas", y revelar información preciada sobre la película o la serie que está de moda es un modo de ejercerla. Es gracioso cuando alguien intenta justificar un spoiler quitándole importancia, claro, después de soltarlo, cuando ya le da igual.

Estamos hartos de comprobarlo: cuanto menos sepamos de una película, más la vamos a disfrutar. Las sorpresas son parte de la experiencia; ver un tráiler es perder la oportunidad de ver esas escenas por primera vez en pantalla grande. Pero, como decía, somos débiles. Muy curiosos. No queremos ser los últimos en enterarnos de lo que hablan los demás. De ahí la tabla de "trending topics" que miramos con sumo interés varias veces al día. Necesitamos saber cuáles son los temas de conversación y unirnos a la marea de opiniones. Somos seres sociales...

Y, lamentablemente, las redes sociales son un hervidero de spoilers. Es el sitio al que acudimos para charlar cuando hemos visto alguna serie o película, donde nos desahogamos. Antes quedábamos en algún lugar con los amigos o hablábamos por teléfono, y ahí quedaba todo, en privado. Ahora lo escribimos en foros públicos y, a veces, damos por sentado que quien lo lee está en la misma posición que nosotros, que ya sabe de lo que estamos hablando. Esto está generando un fenómeno absurdo: todo es spoiler. Hasta el final de 'E.T.' es un spoiler.

El spoiler que deseamos comernos: 'Star Wars VII' es BUENA

Soy (muy) fan de 'La guerra de las galaxias' desde que mis padres me regalaran la película original en VHS cuando era niño, allá por los años 80; disfruté los reestrenos de la trilogía original en los 90 (a pesar de los molestos retoques realizados por Lucas) y fui a ver las precuelas con la ilusión de descubrir el origen de Darth Vader, un personaje sin duda más fascinante antes de saber que fue un niñato con el ego de Cristiano Ronaldo... Hasta cierto punto, los "spoilers oficiales" (los trailers, las imágenes, las declaraciones...) del Episodio VII han sido necesarios.

Nadie necesita saber qué pasa con Luke Skywalker hasta ver 'El despertar de la fuerza', cómo es el personaje de Lupita Nyong'o, quién muere o cómo termina la película, pero volver a ver a Han Solo, sentir el tono de aventuras de la original, el CGI reducido al mínimo, criaturas y decorados de verdad... y saber que la crítica se pone de acuerdo en lo esencial, que estamos ante un espectáculo que recupera el espíritu de las primeras películas, no es un spoiler, es un alivio. Parafraseando a nuestro héroe favorito: amigos, estamos en casa.

Star Wars | 'El retorno del jedi', un final para un comienzo

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El Retorno Del Jedi Poster

Luke Skywalker ha regresado a Tatooine, su planeta de origen, para intentar rescatar a su amigo Han Solo de las garras del malvado Jabba, el Hutt. Pero Luke ignora que el IMPERIO GALÁCTICO ha comenzado en secreto la construcción de una nueva estación espacial armada, más poderosa que la temida Estrella de la Muerte. Una vez terminada, este arma suprema significará la aniquilación del pequeño grupo de rebeldes que lucha para restaurar la libertad en la galaxia…

Como quiera que la percepción del tiempo de un niño es muy diferente a la de un adulto, sería fácil afirmar que los tres años que transcurrieron entre 'El imperio contraataca' ('Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back', Irvin Keshner, 1980) y 'El retorno del jedi' ('Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi', Richard Marquand, 1983) se hicieron eternos debido a los muchos meses que tuvimos que aguardar pacientes hasta poder ver en los cines la entrega que cerraría la trilogía galáctica. Podría afirmarlo, pero estaría mintiendo vilmente para comenzar así esta última entrada de nuestro repaso a la saga de George Lucas de una forma más poética.

La realidad es que, hace treinta años, si pasabas de tener cinco a ocho años entre uno y otro filme, como era el caso, de lo último que estabas enterado era de la actualidad cinematográfica y lo que importaba era, en lo que al séptimo arte respecta, que llegara el viernes y tus padres te llevaran al cine a ver lo que se estrenara. Y lo que se estrenó durante aquella terna de años llenó el tiempo más que de sobra para que este redactor olvidara que el cierre de 'El imperio...' había dejado la puerta claramente abierta a una continuación en la que Luke, Leia, Chewie, Lando, C3-PO y R2-D2 tenían que rescatar a Han de las garras de un Jabba que hasta entonces nadie había visto.

Problemas, desde el principio

El Retorno Del Jedi 1

Que Lucas metiera mano en el guión de esta última entrega como no lo había hecho en el de su inmediata predecesora es, sin duda alguna, uno de los males que más afecta al filme y que provoca la fuerte infantilización que el devenir de la acción sufre llegado el momento en que los protagonistas desembarcan en la superficie de la luna de Endor. Más no empiezan ahí las escasas pero abultadas fallas que, al menos en lo que a historia se refiere, atesora la ultima parte de la trilogía original, siendo el primer acto un perfecto precedente de la endeblez de la que hará gala a nivel argumental la terna de precuelas.

Tan sólo con rascar por encima de la superficie del rescate de Han Solo del palacio de Jabba, uno se da de bruces con un hilo raquítico, poco sostenible y tremendamente complicado: ¿en serio hay que creerse que la infiltración paulatina de todos los miembros del grupo estaba planeada de antemano hasta el último detalle por Luke? Hombre, el chaval se muestra mucho más resuelto, y es genial que se crea que es un jedi y que se vista de negro como su padre, pero de ahí a tragarnos lo que se nos pretende meter con calzador, hay un trecho bastante insalvable.

Como muchos seguro aduciréis, esto no es arte y ensayo, y tampoco hay que ser tan exigentes con el guión de un filme de entretenimiento y fantasía. A lo que yo respondería que, muy de acuerdo, pero que son igualmente comprensibles los argumentos que echan por tierra tanto las carencias iniciales del libreto como las que acusa rondando su final cuando el inmediato precedente con el que la cinta puede ser inevitablemente comparada es del calibre del que Lawrence Kasdan y Leigh Brackett escribían para 'El imperio...', un guión que, como veíamos ayer, carecía por completo de fisuras.

Sentido del espectáculo

El Retorno Del Jedi 2

Ahora bien, las muy evidentes fallas del libreto, quedan suplidas, no cabe duda, por un ritmo imparable —que sólo se detiene en el regreso a Dagobah, una secuencia espléndida y necesaria, por otra parte— y por un sentido del espectáculo que busca asombrar y hacerlo cada vez más conforme avanza el metraje. Asumiendo esa premisa, resulta sencillo valorar de forma muy positiva aquello que bajo el prisma de la historia no lo es tanto, y desde que Luke cae en el foso de Rancor hasta que se las apañan para reventar la barcaza de Jabba, todo en el filme es una fiesta de acción perfectamente coreografiada en la que brillan, con diferentes intensidades, Richard Marquand y John Williams.

El primero, sobre cuya autoría mucho se discutirá en tiempos posteriores —si ya se hizo con Keshner, con el responsable de 'El ojo de la aguja' ('Eye of the Needle', 1981) más aún—, lleva a cabo un trabajo tan impecable como carente de personalidad, una cualidad ésta que lejos de servir como escollo para que la historia fluya con plenitud, ayuda precisamente a que el avance de la misma no encuentre estorbo alguno en su camino. Porque muchas cosas podrán aducirsele a 'El retorno del jedi', pero ninguna de ellas pasan por acusarla de resultar aburrida aunque sea sólo por un instante.

El Retorno Del Jedi 3

Del segundo ya hemos hablado tanto en las cinco entregas previas de este recorrido por la saga —sobre todo en las dos últimas— que llegados a este punto, poco habría que añadir al respecto de su más que demostrada maestría a la hora de poner música y alma al universo galáctico: reutilizando y reorquestando a placer todos los temas previos más que ensayados en las dos cintas anteriores, Williams añade aquí la sorna de los metales para describir a Jabba o el juego entre cuerdas y viento en lo que corresponderá a la peor invención de George Lucas para la franquicia sólo por detrás del odiado Jar-Jar Binks, los Ewoks.

Antes de hablar de ellos, no obstante, permitámonos concluir con la apreciación hacia el trabajo del maestro de los pentagramas valorando sobremanera el titánico esfuerzo que el compositor lleva a cabo de cara a la batalla de Endor, más de media hora ininterrumpida de música en la que Williams echa mano de todos sus recursos para configurar el mejor y más preciso acompañamiento que podría haberse deseado para el clímax de los clímax, ese trío de acciones paralelas en diferentes localizaciones y con diferentes personajes del que hablaremos un poco más abajo.

¿Peluches? ¿en serio?

El Retorno Del Jedi 4

Volvamos ahora sí a Endor, al arranque pleno del segundo acto y a esas criaturas "adorables" que son los osos de peluche tamaño niño de cinco o seis años que, contra todo pronóstico, se convertirán en héroes capaces de salvarle el día a la alianza rebelde y provocar la victoria en la batalla sobre la luna santuario. Quizás su inclusión por sí sola no sea tan criticable —y entrecomillen esto último todo lo que quieran y un poco más— como el hecho de que, enfrentada a lo que resulta lo mejor y más valorable de todo el tramo final, las fricciones entre la vertiente más oscura y adulta de la trama y la flagrante infantilización que comportan los ewoks generen agudas estridencias.

No en vano, como digo, si hay algo que valorar por encima de cualquier otra cosa en 'El retorno del jedi' eso es todo lo que concierne a la historia de Luke y Darth Vader y, por supuesto, a la muy agradecida inclusión que entre ellos supone la aparición del Emperador, un ser despreciable que hace que Vader parezca un oso amoroso y que da pie a la secuencia antológica por excelencia del film, aquella en la que padre e hijo se enfrentan con sus espadas de luz en un duelo que, sabemos, determinará en buena parte el futuro de la galaxia.

No voy a plantearme, porque nunca lo he hecho, el cómo un niñato que no ha tenido con quién entrenar puede enfrentarse a un sith como Vader en igualdad de condiciones; más que nada porque a la luz de lo que ofrece dicho enfrentamiento, de lo bien que funciona dentro del tejido de la historia global de la trilogía y de la dimensión épica que adquiere el personaje que una vez fuera Anakin Skywalker, dichas disquisiciones estarían de más. En su lugar, quede claro que el que esto suscribe tiene en la más alta estima un sesgo del triple clímax final que, como ya he dicho en otros puntos de estas entradas, sigue transmitiendo las mismas emociones que hace treinta años.

'El retorno del jedi', 'Star Wars' 1.5

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Llegados a este punto, hay que rescatar ese pequeño apunte que hacía párrafos arriba hacia las carencias de la historia en su tramo final y en el hecho de que, unido al planteamiento de base del filme —otra estrella de la muerte que los rebeldes deben destruir—, 'El retorno del jedi' sea en esencia una reimplementación aumentada y corregida de los esquemas de la primera entrega de la saga. Unos esquemas que, adornados con un grandioso espectáculo de pirotecnia y asombrosos efectos visuales, no son capaces de ocultar que uno de sus fundamentos sea el que las naves rebeldes ataquen el punto débil de la estación de combate.

Podría defenderse dicha decisión como aquella que da cierre a la saga equiparándola con el comienzo, pero soy de los que siempre han pensado que no hubiera sido tan complicado haber buscado otra manera de terminarla, igual de espectacular, sin la necesidad de recurrir a la mera copia más añadidos que es la media hora final de la cinta. Una media hora que, de nuevo, sirve para prefigurar de forma directa lo que veremos dieciséis años después en 'Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma' ('Star Wars. Episode I: The Phantom Menace', George Lucas, 1999) y que, afortunadamente, cuenta con un montaje que no hace de ella un trance de difícil asimilación.

El Retorno Del Jedi 6

Todo lo contrario. Imbuido en ese espíritu de espectáculo asombroso al que hemos afirmado se asocia todo el metraje, tanto la batalla estelar en los alrededores de la segunda estrella de la muerte, como aquello que tiene lugar en el interior de la misma —insisto, lo mejor de la cinta— y lo que discurre en los frondosos bosques de Endor resulta apasionante, intenso y, una vez finaliza, deja con ganas de mucho más. Marquand —y Lucas en la sombra— orquesta un circo de tres pistas preciso que no da respiro al espectador y que lo somete a un constante vaivén sin darle tiempo a recuperar el aliento.

De acuerdo, me quedo de lejos con el cierre de 'El imperio...' y en segundo lugar con la batalla de Yavin por ser la pionera, pero este triple cierre, ejecutado con brío y talento, pone en evidencia desde sus treinta y dos años de edad a aquellos que culminaron los episodios I y II, dejando claro, como comentaba hace unos días, que el férreo control que George Lucas quiso ejercer sobre la nueva trilogía, no sentó nada bien a un universo que con este final, este cierre que parecía ser un hasta siempre, culminaba seis años de lo mejor que la fantasía había ofrecido hasta entonces —y desde entonces— y daba inicio a una leyenda que a partir de mañana será perpetuada, o eso parece, gracias a 'Star Wars. Episodio VII: El despertar de la fuerza' ('Star Wars. Episode VII: The Force Awakens', J.J. Abrams, 2015).

Otra crítica en Blogdecine | 'El retorno del jedi', Lucas vs. Kasdan

Star Wars | 'El despertar de la fuerza', sentimientos encontrados (crítica sin spoilers)

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Episodio Vii Poster

Sin el logo y la fanfarria de la Fox, que forman parte inexcusable del comienzo de cualquier cinta de Star Wars y que nunca volveremos a ver asociado a las futuras entregas de la saga que nos traiga la Disney, el inicio de 'Star Wars: El despertar de la fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens' J.J.Abrams, 2015) con la fanfarria de John Williams arrancaba jubilosos aplausos de la platea al completo que acudía anoche a las doce y cinco de la madrugada a ver "antes que nadie" este ansiado regreso de la galaxia muy, muy lejana a los cines; uno que por fin daría fin a la prolongada espera que se abría cuando la productora anunció sus planes para con la franquicia.

Por delante, dos horas y cuarto y la duda por resolver de si el reencuentro estaría a la altura de lo que cada uno esperaba de él. Porque, que quede claro, a la hora de determinar la validez última de lo que J.J. Abrams, Lawrence Kasdan y Michael Arndt han llevado a cabo con el guión de éste nuevo punto de arranque, se deja atrás el simple sopesar de lo que de positivo y negativo hay en la historia, el cómo se ha rodado, en qué tal están los actores, en si la música resulta efectiva o no y de qué calidad son los efectos visuales para entrar en juzgar con el corazón si lo que estamos viendo es capaz de cumplir su cometido. Y el corazón de este redactor dice que sí, pero no con pleno convencimiento.

Sería muy fácil redactar el texto que sigue dejándome llevar por esa nostalgia que todo es capaz de perdonarlo y, transponiéndola a la situación que nos ocupa, juzgar el filme más esperado del año haciendo caso omiso a las varias trabas que fui encontrando esta madrugada durante su visionado. Pero no lo haré. Me precio de no ser un "fanboy" —ni siquiera de algo que me toca tanto el sentimiento como este universo— y en las líneas que siguen voy a hacer un esfuerzo consciente por tratar de resultar lo más cabal para juzgar un filme que tiene un primer acto prodigioso, un segundo que sufre un severo bajón de ritmo e interés y un tercero que se queda entre dos mundos.

Primer acto: con fuerza y sin pausa

Episodio Vii 1

Una de las mejores bazas con la que juega 'El despertar de la fuerza' es el natural carisma y la simpatía instantánea que instilan en el público tanto una Daisy Riley que se nos mete en el bolsillo desde su primera aparición, como un John Boyega que —hiperventilación incluida— no le va a la zaga. Llevando el peso de una muy amplia parte de la cinta, y superando con mucho a aquello que recae en un desaprovechadísimo Oscar Isaac, es en la química y la sinergia que se crea entre ambos y sus respectivos personajes donde el primer tercio de metraje de la cinta encuentra uno de los cuatro pilares que convierten la introducción en una auténtica gozada.

Los otros tres se reparten de forma equitativa entre el guión, la dirección y un pequeño robot esférico llamado BB-8. El primero rescata para sí esos diálogos con chispa que tanto nos hicieron vibrar antaño en 'El imperio contraataca' ('Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back', Irvin Keshner, 1980), sabe qué palos ir tocando para provocar la reacción inmediata del fan de toda la vida —los guiños se reparten de forma constante y equilibrada a lo largo de todo el metraje— y funciona a la perfección de forma estricta sin tener en cuenta la entrega de éste en el preciso fluir que imprime a todo lo que sucede hasta que aparece Han Solo en pantalla.

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Del segundo, lo que se puede afirmar no sólo aquí, en el primer acto, sino en toda la película, es que es un dechado de virtudes narrativas que confirman que Abrams era la mejor elección posible para hacerse cargo de esta nueva inmersión en el universo de 'Star Wars': sin esos destellos de luz que tanto se le han criticado, el cineasta pone de manifiesto lo mucho que disfruta con el carísimo juguete que tiene entre sus manos de forma gradual durante la primera media hora hasta que el Halcón Milenario aparece en pantalla, momento en que el inevitable "nerdgasmo" queda superado gracias a una secuencia llamada a situarse entre lo MEJOR que ha dado la saga hasta la fecha.

Cualquier epíteto de alabanza que uno quiera plantearse hacia ella probablemente se quede corto ante el despliegue de espectacularidad, fuerza, precisión y grandeza que encierran cinco minutos en los que la mandíbula cae de forma inevitable y la baba se desprende de ella de forma aún más irrefrenable, dejando incluso con ganas de más, de que la fiesta no pare y la potencia que encierra lo que sigue al despegue del montón de chatarra más rápido de la galaxia siga y siga. Pero no sigue, al menos no con la intensidad que hubiera sido deseable.

Episodio Vii 4

Pero antes de pasar al segundo acto, concluyamos éste con BB-8 y lo mucho que el simpatiquísimo robot afirma hacia el genial trabajo que Abrams y su equipo ha hecho a la hora de capturar la magia de la trilogía original: la expresividad y carisma del androide esférico es la cara más visible de una afirmación que supongo todos estábamos deseando hacer, la de que "hay más Star Wars aquí que en cualquiera de las precuelas". Y sí, la hay, y en un nivel que hasta resulta inesperado en muchos instantes.

La familiaridad que desprende todo el conjunto y el saberse de nuevo de manera incuestionable en esa galaxia a la que siempre queremos volver es digno de encomio, como también lo es que elementos que conocemos como si fueran reales —las naves, las criaturas, los entornos, los sables de luz— se muestren en modos que los hagan distintos, actualizados y preparados para ser abrazados por toda esa nueva generación de cinéfilos que, probablemente, sean los que más disfruten del espéctaculo que aquí se les ofrece.

Segundo acto: fallido juego de nostalgias

Episodio Vii 7

Y quizás ese sea el principal problema de 'El despertar de la fuerza', el que esperemos de ella que rescate las sensaciones que las cintas originales generaron en nuestro yo de hace tres décadas cuando, obviamente, ese yo quedó atrás en el tiempo: no somos la misma persona, no volveremos a serla, y en la natural evolución de gustos, filias, esquemas mentales y formas de ver el cine que se ha producido desde entonces hasta hoy, querer sentirse como aquél niño que alucinó ojiplático con la trilogía "clásica" es un deseo que sólo puede conducir a una tremenda frustración.

Decía que la familiaridad de la cinta es espléndida, pero habría que matizar que lo es cuando juega a mirarla desde una nueva perspectiva y no cuando lo que se transmite es el concepto a secas. Ejemplos muy evidentes de ello surgen a lo largo de todo el metraje desde que, como apuntaba algo más arriba, aparece el contrabandista más famoso de la historia del cine en pantalla y los dos mundos que Abrams intenta casar comienzan a mostrar el irregular maridaje que se hace de ellos.

Es evidente que una cinta que se desarrolla treinta años después de 'El retorno del jedi' ('Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi', Richard Marquand, 1983) debía, sí podía, contar con los personajes originales para que aquellos que ya sobrepasamos los cuarenta, sintiéramos que esto es tan parte nuestra como lo será —o ya lo es— de nuestros vástagos. El problema surge cuando, paradójicamente, lo que más gusta, entretiene e interesa no son precisamente las forzadas apariciones de algunos de los protagonistas de siempre, sino de aquellos que tomarán el relevo a partir de aquí para llevar a la saga a nuevos rincones.

Episodio Vii

Así, la curiosidad con la que seguimos la historia de Rey y Finn, y lo bien que funcionan ambos personajes por separado y sobre todo juntos, contrasta con el sentimiento de cierta pesadumbre que se apodera de nosotros con la forma en la que aparecen Han y Chewie —y la absurda y muy prescindible escena que le sigue— o, por extensión, C3-PO, R2-D2 o la general Leia Organa y su maquillaje digital, una de las pocas pegas que en términos visuales puede ponérsele a un filme que en éste término resulta apabullante y asombroso.

La pérdida de lustre que la cinta acusa en sus concesiones al pasado de la saga son las que marcan a fuego un segundo acto que no discurre por aguas tan atractivas como lo hacía su predecesor, y las constantes miradas hacia 'La guerra de las galaxias' ('Star Wars', George Lucas, 1977) que el filme lleva efectuando desde su comienzo —el planeta desértico, el androide con una misión, la super-arma que debe ser destruida...os hacéis una idea, ¿no?— y que en el segundo acto se vuelven más evidentes, no hacen sino poner de relieve que Abrams no sale tan indemne del doble juego entre novedad y nostalgia como hubiera sido deseable.

Tercer acto: impacto emocional

Episodio Vii 5

No he hablado hasta ahora, y no lo he hecho de forma consciente, de Kylo Ren, el villano a lo Darth Vader que quizás sea el personaje que mejor haya explorado hasta el momento en la franquicia lo que comporta ser eso, el "malo" de la función: su lucha interna, visible obviamente cuando se desprende de la máscara, hace que sea mucho más creíble como la figura de Anakin que lo que vimos hace unos años en la nueva trilogía y resulta incuestionable que, junto a Rey y Finn, el personaje al que da vida Adam Driver es lo mejor de cuanto novedoso propone este 'Episodio VII'.

Desafortunadamente, es él el foco principal sobre el que cabría verter una de las mayores carencias que acompañan a la proyección en su tercer acto. Un acto que, de nuevo, sigue tirando de recrear pasajes muy familiares de la cinta que lo comenzó todo y al que le falta, y de qué manera, empaque emocional: como figura central en el instante que más debería haber hecho mella en nuestros ánimos, hay algo en cierta escena del clímax de 'El despertar de la fuerza' que no brilla como debiera y que, por su falta de intensidad, desluce todo aquello que se despliega en el mismo.

Episodio Vii 8

A dicho deslucimiento cabría añadir, y es algo que se puede rastrear desde el principio, el poco aprovechamiento que se produce de algunos personajes —ya he citado al Poe de Isaac, y cabría añadir a la Capitán Phasma o al sobreactuado general al que da vida Domhall Gleeson— o lo mucho que el libreto, que por supuesto no es perfecto, echa mano de escenas que no vienen a cuento o de sospechosas coincidencias puestas ahí para hacer avanzar la acción, dando una sensación inversa a la que producían las precuelas.

Si el problema de éstas era que todo el entramado de fondo quedaba deslucido por lo fragmentado en términos genéricos de su concreción, aquí es justo lo contrario: consideradas de forma individual no se le pueden poner muchas trabas a las diferentes secuencias, pero es cuando se las mira desde la distancia y se aprecia la globalidad de lo que se nos cuenta cuando 'El despertar de la fuerza' muestra su peor faz. Una en la que se puede observar con facilidad el hecho de que Abrams y compañía han confiado en que estemos tan felices por lo que estamos viendo que no caigamos en la cuenta de los recursos de los que van echando mano para coserlo todo.

'El despertar de la fuerza', a medio camino

Episodio Vii 9

Plenamente consciente del alto nivel de exigencia con el que se iba a medir este nuevo episodio de la saga cinematográfica más famosa de la historia, creo de recibo finalizar aclarando que no es lo mismo no haber superado dicho nivel que haber fallado: 'Star Wars: El despertar de la fuerza' es un filme muy entretenido —mucho, que nadie se lleve a engaño— pero dista de rayar a la altura a la que muchas voces ya se han aprestado a afirmar que raya.

Por supuesto que se sitúa muy por encima de cualquiera de las precuelas, pero es a la hora de medir fuerzas con la trilogía original donde cuesta colocarla. Me inclinaría a situarla en un honroso tercer puesto muy por detrás de los episodios IV y V, más o menos a la misma altura que 'El retorno del jedi' con la que mantendría un delicado equilibrio: de la misma forma que el episodio VI, tiene sus muchas cosas buenas —y no he hablado de la música, que funciona de forma espléndida, cuenta con un par de nuevos motivos espectaculares y mira con cariño por última vez de mano de Williams hacia un universo sonoro inigualable— si bien también abunda en esas carencias que la apartan de ser el espectáculo redondo que muchos deseábamos tras los sinsabores de las precuelas.

Sea como fuere, lo incuestionable de este estreno es que el universo creado por George Lucas en 1977 ha vuelto para quedarse, al menos durante los próximos cinco años. Esperemos que durante ese tiempo, y sin tener en cuenta los spin-offs que jalonarán la nueva trilogía, los cineastas asignados a los episodios VIII y IX rematen la faena comenzada con aquí con presteza y que, cuando ésta concluya en 2019, estemos ante un cierre digno a una historia que comenzó hace cuarenta años y que hoy sigue más viva que nunca.

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Escucha la música de 'Star Wars: El despertar de la fuerza' compuesta por John Williams

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John Williams

Ahora que 'Star Wars: El despertar de la fuerza' ('Star Wars: The Force Awakens') está por fin en las carteleras (y logrando sus primeros récords de taquilla) ya podemos escuchar la esperada banda sonora que ha compuesto John Williams para J.J. Abrams, tanto en el cine como en cualquier otra parte. Más abajo os he dejado dos formas para disfrutar del score: con una ventana de YouTube o a través de Spotify.

En 23 temas, que suman algo más de una hora, se divide la nueva aportación de Williams a la saga de fantasía creada por George Lucas. La música cumple su papel en esta labor de recuperación del espíritu de la original que ha llevado a cabo Abrams, hasta el punto de en lugar del Episodio VII estás viendo un remake de la primera 'Guerra de las galaxias' ('Star Wars', 1977). Lo peor es que hay que esperar hasta mayo de 2017 para ver cómo sigue la historia...

PD: Desde hace poco también está disponible la música de 'Los odiosos ocho' ('The Hateful Eight'), haced clic aquí para escucharla.

"George Lucas hizo algo único" - R. Scott, P. Jackson, L. Besson, R. Howard y G. del Toro reivindican al creador de Star Wars

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George Lucas rodando las precuelas de Star Wars

"No puedo evitar sentir que las extraordinarias innovaciones de George nunca han sido justamente valoradas. Es el Thomas Edison del cine moderno." (Peter Jackson)

'Star Wars: El despertar de la fuerza' está generando opiniones de toda clase (ojo a la crítica del Vaticano) pero la mayoría está de acuerdo en algo: es mejor película que las tres últimas dirigidas por George Lucas. Como decíamos en el post sobre las primeras reacciones que provocó 'La amenaza fantasma', las precuelas son ahora odiadas y la sensación general es de alivio al saber que Lucas no está implicado en la nueva etapa de 'Star Wars' tras la compra de Disney.

No obstante, es justo reconocer el legado de Lucas y su contribución al cine de entretenimiento. A continuación os he traducido unas llamativas declaraciones de cinco directores, Ridley Scott, Peter Jackson, Luc Besson, Ron Howard y Guillermo del Toro, que recuerdan lo que sintieron al ver 'La guerra de las galaxias' y elogian los logros de su creador:

Ridley Scott

Ridley Scott rodando Prometheus

"Cuando terminé de ver Star Wars, me sentía miserable de lo impresionante que era. Ése es el mayor cumplido que puedo hacerle; me sentí miserable durante semanas. No había conocido a George en ese momento pero pensé: "Jódete George". Entonces alguien me envió este guion titulado Alien. Y dije, WOW. Lo haré. Yo fui la quinta opción. Le ofrecieron el proyecto a gente como Robert Altman. ¿Cómo puedes pensar en Robert para esa película? Diría: esa cosa le sale del pecho, ¿estás de broma? Pero yo sabía que podía hacerlo. Estaba en Hollywood 22 horas después de leer el guion, y me dijeron: ¿Quieres cambiar algo? No. ¿Quieres...? Me encanta, me encanta."

Peter Jackson

Peter Jackson rodando El Hobbit

"Debo confesar que no soy un gran fan de Star Wars. Sin embargo, como cineasta, mi gratitud y respeto hacia George Lucas no tiene límites. En las décadas posteriores a La Guerra de las Galaxias, George ha usado sus propios recursos para desarrollar los efectos visuales, la edición, el sonido y la fotografía digital. Ha abierto la puerta para que yo pueda hacer las películas que he hecho, de una forma que apenas podría haber soñado antes de Star Wars. Son sólo estos avances tecnológicos impulsados por George lo que me permite transferir imágenes directamente de mi imaginación a la pantalla.

Luc Besson

Luc Besson rodando Lucy

"¿Sabes qué es lo importante para mí? Tener ambición por la razón correcta, y mi ambición no es el dinero o el poder. Es sólo la ambición de pasarlo bien, de intentar algo alocado, y luego compartirlo. Nunca, jamás olvidaré cuando, a los 16 años, me senté a ver una película titulada 'La guerra de las galaxias'; de pronto se produce un sonido y todo el mundo se da la vuelta en su butaca. Porque por primera vez, el sonido venía de atrás. Todos nos giramos, y miramos la nave espacial desde el techo a la pantalla, y nuestra reacción fue... WOW. Por eso estoy trabajando tan duro. Quiero ofrecer a la gente ese momento de asombro que recordarán siempre."

Ron Howard

Ron Howard rodando En El Corazon Del Mar

"Una noche estaba en el set de American Graffiti cuando George me dijo que esperaba que su próxima película fuera una película fantástica que combinara Buck Rogers con 2001. Recuerdo que mi mujer y yo pasamos dos horas en la cola y compartimos con el público la experiencia más increíble. Sentí una explosión de emoción durante la escena final y los créditos, y mientras salíamos pregunté a Cheryl: ¿Quieres volver a verla? Ella ni siquiera pestañéo: Sí. Nos apresuramos a otra cola de dos horas y aunque me parecía imposible, nos dejó todavía más pasmados durante el segundo visionado. Fue el mejor día que hemos pasado en un cine."

Guillermo del Toro

Guillermo del Toro rodando Pacific Rim

"Acudí a la sesión matinal sin saber qué esperar. Sólo había visto el póster. Fui a todas las sesiones de dos salas del multicines a lo largo de todo el día, hasta que caí simpático a la gente de la taquilla y me dejaron quedarme dentro. Creo que George Lucas cambió el modo en el que veíamos un género, para siempre. Era un género que estaba al borde de ser autoparodiado cuando llegó Star Wars y, de repente, fue un gran éxito. El verdadero secreto de Star Wars es que no es realmente ciencia-ficción. Es ciencia-fantasía. Es una historia de princesas y magos malvados. George combina, de un modo majestuoso, lo mejor de Tolkien, del folclore nórdico y de la ciencia-ficción. Todo su apetito por esas mitologías las reunió en una sola película. No creo que sea algo que se vaya a repetir. Hizo algo único en la historia del cine. La única persona que tiene su ambición es Jim Cameron, con Avatar; también procede de su imaginación y los mundos que llenaron las mentes de estos tipos cuando eran adolescentes."

Vía | Deadline

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